—Estoy ocupado aquí. Escúchame —La voz de Sheng Xiao salió del teléfono.
Yu Huang lo reconoció.
Sheng Xiao hizo algo al otro lado del teléfono y el pájaro gritó de dolor. Su voz era escalofriante. Sheng Xiao se tomó un tiempo de su ajetreada situación y dijo:
—Ya les conté a mis padres sobre nosotros. No te preocupes. No te lo pondrán difícil. Solo ve.
En ese momento, Sheng Xiao gruñó otra vez. Unas gotas de sangre cayeron sobre la cámara.
La pantalla de Yu Huang se tornó roja.
Ella miró la mancha roja. En ese momento, su corazón latía por Sheng Xiao.
La voz de Sheng Xiao sonó de nuevo. Él seguía tranquilo y compuesto. —Recuerda, eres la única cultivadora dual del continente. Eres la única discípula directa de Lin Jiansheng. Eres una de los únicos tres Metahumanos tipo bestia super en el Reino de la Luna Divina. ¡También eres una candidata a semilla de Maestro Divino!