—Huo Sining no pudo evitar estirar la mano y pellizcar el cuerpo de ese cangrejo, el cual inmediatamente comenzó a agitar sus pinzas, luciendo muy imponente.
—Las pinzas del cangrejo eran feroz y parecía que en cualquier momento podrían arrancar los dedos de Huo Sining.
—Sin embargo, rápidamente sintió los hilos de Energía Espiritual emanando de la muñeca de Huo Sining, e inmediatamente retraía sus pinzas, permitiendo obedientemente que Huo Sining lo sostuviera en su mano y jugara con él.
—Huo Sining casualmente pesó el cangrejo, que pesaba al menos cuatro o cinco taels, con el lomo verde, el vientre blanco, pinzas doradas y cabello amarillo. Por su peso y características externas, se podía ver que este cangrejo era un adulto muy calificado, y era hora de comerlo.