La invitación de Su Zhenhua llegó como una sorpresa para Huo Sining, quien, al llegar al lugar de la cena, volvió a ver al Anciano Zhou y se quedó algo desconcertada y asombrada.
—Señorita joven, ¿me recuerda? —preguntó Zhou Guosheng, con una sonrisa colmada en sus ojos mientras miraba a Huo Sining.
Huo Sining asintió:
—Buen día, Sr. Zhou, mi nombre es Huo Sining.
—Zhou Guosheng. Te llevo algunos años; si no te importa, puedes llamarme Abuelo Zhou. —La sonrisa de Zhou Guosheng se mantuvo constante.
—Abuelo Zhou. —Huo Sining se unió al ambiente amistosamente.
Zhou Guosheng no reveló su identidad, pero recientemente había habido mucho alboroto sobre el Consorcio Financiero Zhou invirtiendo en Ciudad S; el anciano hablaba con acento de Xiangjiang, y estaba acompañado personalmente por Su Zhenhua, lo que mostraba que el estatus de este hombre estaba lejos de ser ordinario. Con un poco de reflexión, Huo Sining tuvo una repentina comprensión.