Antes de que Huo Sining pudiera hablar, entraron apresuradamente dos personas más desde afuera. Una de ellas pateó a Liu Ming dos veces y maldijo —¡Imbécil ciego, quién te dijo que arrestaras a la gente al azar?!
Sorprendida por este repentino giro de los acontecimientos, los ojos de Huo Sining mostraron su confusión. No pudo evitar murmurar para sí misma, ¿quién es esta persona de todas formas, que irrumpe tan groseramente y golpea a alguien en cuanto llega?
Uno de los dos era un hombre de gran barriga vestido con un traje impecable, pelo partido por la mitad, quien se acercó a Huo Sining y Gu Xu —Deben ser el señor Gu y la señorita Huo. Hola, soy el Director del Departamento de Policía de la Ciudad S, mi nombre es Fu Yuanshan. El incidente de hoy se debió a la falta de una investigación minuciosa por parte de nuestro equipo, lo que causó inconvenientes para ambos. Estoy aquí para disculparme con ustedes —dijo.