Llegando a la Empresa

Fu Hanchuan había esperado prolongar este momento un poco más.

Sin embargo, al ver que los lóbulos de las orejas de Qin Sheng se enrojecían hasta casi sangrar, Fu Hanchuan cedió, habiendo logrado su objetivo del día.

La inteligencia emocional de Qin Sheng era bastante baja, y Fu Hanchuan lo encontraba problemático.

Después de todo, habiendo hecho algún progreso hoy, ciertamente no dejaría pasar esta oportunidad.

Creía que después de hoy, su pequeña niña reconocería gradualmente sus sentimientos, y ya no lo vería solo como un hermano mayor.

Fu Hanchuan nunca deseó ser visto como el hermano de Qin Sheng.

Quería que ella se convirtiera en su novia, la madre de sus futuros hijos.

—Sheng Sheng —dijo Fu Hanchuan, su voz llena de ternura—, descansa temprano y no olvides tomar la leche.

Qin Sheng había estado demasiado concentrada en resolver el problema de la memoria como para notar la leche que Fu Hanchuan había preparado para ella.