—La última vez, comí la comida que tu madre cocinó para ti. Esta vez, te invitaré al maíz que mi madre cocinó —dijo la joven.
La voz de la joven era dulce, pero no excesivamente como la de otras chicas. A Su Bing le resultaba difícil rechazarla.
Inconscientemente, extendió la mano y lo tomó, diciendo:
—Gracias —No dijo palabras innecesarias.
Sin embargo, Jiang Nuan seguía hablándole con naturalidad:
—Está bien, compartir es cuidar. Además, necesito cambiarme pronto. No quedará bien si mi barriga se llena demasiado.
Después de decir esto, Jiang Nuan sacó a Shi Tou de Zhang Cuihua y lo llevó al estilista de vestuario para cambiarse de ropa juntos.
En la casa de la familia Lin, Gu Zi se despertó aun más temprano hoy. Ya había terminado de vestirse, llevaba puesta una camisa de mangas largas y desayunaba en la mesa principal frente a la casa.
Después de acompañar a los parientes por parte de su madre en el desayuno, ella iría a cambiarse al vestido de novia.