—Gu Zi, he venido a casarme contigo —dijo Su Shen con adoración.
Tras hablar, se puso derecho. Gu Zi tenía algunas preguntas para él, y justo cuando estaba a punto de hablar, él sacó un grueso libro negro de detrás y se lo entregó.
Sus manos eran delgadas y hermosas, con un tono de piel rico y claro. Las uñas tenían un suave brillo perlado, al igual que la mujer misma, como si llevara un halo de luz.
Ella abrió el libro y sus ojos revelaron un atisbo de sorpresa. Levantó la vista hacia el hombre, que permanecía tranquilo y le indicó que siguiera pasando las páginas.
Hizo lo que se le indicó. Cada página que seguía la sorprendía aún más. Este hombre en verdad le había ocultado algunas cosas.
—Este libro está hecho especialmente, normalmente guardado en un compartimento secreto en mi habitación. Además de mí, nadie más sabe de él. Tú eres la segunda persona en ver este libro —dijo él.