Causas y Consecuencias de la Adivinación

Roland miró impotente a la chica gato que lo estaba molestando. Luego caminó hacia el jardín y les dijo a los sirvientes que podían tomarse un descanso fuera de la mansión.

Así que, incluso si ocurría algo malo, no les afectaría.

Roland quería que la chica gato también se fuera, pero ella simplemente se recostó en la pared de la mansión y miró a Roland mientras gritaba:

—Maestro, quiero ver cómo puedes recoger diez monedas de oro. Estaré alerta. Solo no me eches, ¿vale?

Los gatos eran animales curiosos, y las chicas gato también.

Roland pensó por un momento y dijo:

—Entonces mantén distancia de mí y no te acerques.

La chica gato se recostó en la pared y asintió rápidamente.

La chica gato no habría estado interesada si se tratara de un experimento común.

Pero esto era sobre dinero. Si diez monedas de oro podían recogerse fácilmente con un hechizo, su maestro no estaría corto de dinero en el futuro. ¿Podría entonces pedirle una asignación?

Estaba realmente curiosa.