Almond regresó a Ciudad Firefly y pronto llegó a su patio.
Julián había llegado temprano en la mañana y estaba practicando cortes con la espada.
Su torso desnudo con músculos definidos estaba sudoroso, sus ojos enfocados en un solo movimiento.
Almond también escuchó clang~clang~ al entrar a la casa después de saludar a Julián.
—Así que ese holgazán también está aquí. Bien —sonrió Almond.
Después de ducharse y pedir desayuno, llamó a Julián y Roken para comer.
—Iremos a mazmorras después de que duerma un poco. Julián, balancea tu espada de la manera que te dije, pero esta vez contra carne real —dijo Almond.
Julián asintió, con determinación ardiendo en sus ojos. ¡Quería mejorar!
—Roken, tú concéntrate en recolectar cristales —dijo Almond con una sonrisa—. Voy a correr por la mazmorra porque el plan es limpiar doce mazmorras que están en el territorio de esta ciudad en los alrededores.
Ambos casi se atragantaron con la comida.