Sylas acababa de atacar repentinamente a Alex, y ni siquiera habían logrado entender la situación antes de que este último resultara gravemente herido.
No había tiempo para explicaciones. Sylas solo podía perseguirlo, lanzando Vínculo Astral de nuevo, sólo para ser rechazado por alguna fuerza misteriosa.
Alex lanzó una mirada asesina a Sylas como tratando de taladrar la imagen del hombre en su psique. Se sentía humillado, pero también sentía que era su culpa. No eran solo las estadísticas de Sylas las que lo habían tranquilizado, sino también el hecho de que el hombre estaba al límite. Y aún así, de alguna manera, había dejado que esto sucediera.
De repente, Sylas sacó la segunda Lanza Temblorosa de su Llave de la Locura. Sus ojos reflejaban un destello frío e indiferente, sus emociones indescifrables.