—¿Cómo te fue? —preguntó Nara a Kent en el momento en que reapareció dentro del carruaje.
—Digamos que quien los envió sabrá que finalmente estoy libre —sonrió Kent—. Parece que habrá diversión esta vez también. No puedo esperar.
—Entonces será mejor que estemos preparados —sonrió Nara.
Aunque es una dama elegante, también es una Jinete de la Noche, alguien hecho para la batalla. Así que escuchar que habrá diversión significa que tendrá algo de matanza que realizar.
—Solo no te emociones demasiado. He subido de nivel muy rápido y me gustaría comprobar cuánto más fuerte me he vuelto, así que tomaré la iniciativa en las batallas.
—Aún así, mi capitán me dijo que te protegiera, así que eso es lo que voy a hacer, te guste o no —dijo Nara sin echarse atrás.
—Está bien. Pero cuando te estén golpeando, no vengas llorando a mí —sonrió él antes de apoyar su cabeza en su regazo.
—¿Qué crees que estás haciendo? —preguntó Nara, fijando la mirada en sus hermosos ojos púrpura.