Joan estaba sentado en su banco y miraba con disimulacion a Estefanía, en ese momento de distracción se acerca Nicol que no sintió su presencia.
—¿La estás mirando demasiado, acaso estás planeando confesarte?.
—¿Que? ¿Porque siempre sales con eso?.
—Porque hacen una linda pareja, ¿No pensas lo mismo?.
—No se, talvez a ella nunca se le confesaron.
—Porque nunca llegaron a conocerla como tu. ¿Dime, alguna vez te confesaste a una chica?.
—Si, una sola vez, pero ella me dijo que no, aunque no con sus palabras, pero con su actitud bastó para entender.
—¡¿Como?!.
—Yo le dije que me gustaba, que esperaría su respuesta a la salida en tal lugar, fue cobarde lo que dije porque no quería escuchar cómo me rechazaba en ese momento enfrente de todos, así que le dije que la esperaría ahí.
Ella nunca llegó, es fácil de entender.
—¡Wow! No sabía que tenías esa experiencia.
—Yo tampoco, me impresionas.
—¿Que haces escuchando conversaciones ajenas Abril?.
—No te importa, hoy no te vengo a buscar a ti, no me sirves ya, ahora tengo una nueva complise.
—¿Una?.
Abril señala con su mano a Estefanía.
—¿Y tu Estefanía? ¿Tuviste a alguien que te moviera tanto la cabeza?
Nicol se acerca con prisa al lado de Estefanía.
—Y recuerdo que dijiste que no te obligara hacerte amiga de ella, y mira, sola te acercas con una sonrisa.
Se repite esas palabras en su mente mirando como ríe Nicol junto a Estefanía y Abril, un grupo de extrañas que se irá acercando a una simple etiqueta llamada amistad.
A la salida del colegio, Joan caminaba junto a Nicolás hacia la salida, por su lado pasa Karen, unos metros más adelante ella se para enfrente de ambos.
-¿Tu eres la chica que hizo llorar a Estefanía, no?.
—Nicolás cálmate
—¿Perdon, podemos hablar? A solas.
—¿Si sabes que luego me va a contar todo, verdad?.
—No me importa.
Joan y Karen se encuentran en una plaza, ambos estaban sentados en una banca en completo silencio, para él, una tortura, buscaba en su imaginación cualquier tema para que este momento tan incómodo acabara, para ella un alivio para armar su oración y traspasar su sentimientos a palabras.
—Perdon por todo lo que pasó.
—A mi no es a quien tienes que pedir disculpas.
—Si, lo se, pero también estuviste metido en esta locura.
—¿Una duda, tu también usaste a Estefi? ¿Nunca llegaste a considerarla tu amiga?.
—¡NO! Eso es mentira, yo sí la quiero, la aprecio mucho, Camila fue quien desarmo todo, yo estaba feliz de haberlos conocido, por primera vez no se reían de mi, si no conmigo, a mi me cuesta encajar por que soy tímida, pero con ella pude soltarme fácilmente, a Camila le conté que por fin había hecho una amiga, le conté de ti también y ahí fue donde ella te reconoció y comenzó a planearlo.
Suspira para aliviar su estres y calmarse, queria que comprendiera lo mas que pudiera.
—Creí que cuando comenzará a conocer a Estefi ella también podría apreciarla, nunca sucedió, se encerró más y más en su propia meta, yo me quedé callada por temor, pero tenía mas miedo de perder a la única persona que se dio el valor de conocerme, no sabía qué hacer, mientras más pensaba más rápido se pasaba el tiempo y cuando me di cuenta, ya todos sabían lo que ella hacía, a mi me metieron en la misma bolsa, y no los culpo, tienen razón, fui mala y yo misma decidí quedarme callada, yo elegí esto.
—Tendrías que contarle está historia a Estefanía, luego ella decidirá que hacer.
—¿Si, qué crees que dirá?.
—No lo sé, está muy dolida.
—¡Lo voy a intentar!.
Se repite a si misma mientras se seca las lágrimas, quería ser fuerte, sentía que no se merecía llorar, no podía darse ese lujo luego de lo que hizo, ese era su castigo que se imponía.
—¿Como que Camila me conoce?.
—¿Eh?.
Karen vuelve de nuevo a la realidad al oir las palabras de Joan.
—¿Dijiste que Camila me conoce, cómo me conoce ella?.
—Perdon, no puedo decirte eso, no quiero más problemas.
—Esta bien, te entiendo, no importa.
Ella se va del lugar, al retirarse aparece Nicolás.
—¿Que dices, Ella está planeando hacerlo de nuevo Joan?.
—No estoy seguro, creo que no, yo conozco esa mirada. ¿Como hiciste para escucharnos?.
—Me escondí, no te diré jamas donde.
—¿Detras de ese auto, verdad?.
—Te odio.
Nicolás se pone de pie y estira su cuerpo para sacar su fatiga.
—¡Okey! Ya es viernes, así que hay que estar feliz por eso, además hace mucho que no pasas tiempo conmigo, siempre estás rodeada de chicas.
¿Que te parece si vamos a mi casa y te quedas? haremos noche de chicos.
—¿Noche de chicos? Eso suena raro.
—Si ya se, no pensé cómo decirlo, pasamos la noche junt...-.
—Eso suena más raro, pero está bien, vamos a mi casa a buscar unas cosas y después a la tuya.
Llegan a la casa de Nicolás, era casi de noche.
—Ve a mi pieza, es al fondo.
Joan toma rumbo a su pieza, llega y entra confiado, pero al abrir la puerta un aroma dulce se le presenta, cuando encaja la vista en el interior se topa con Nicol, Abril y Estefanía que estaban sentadas en la cama, una sensación extraña le hace recordar su género, observa detenidamente la escenna y no podia creer lo que estaba viendo.
—Eh...
—¿Que haces aqui?.
Nicol lo observaba enfadada, era fácil darse cuenta del sentimiento que la dominaba.
Él cierra la puerta de inmediato y se va del lugar velozmente.
—¿Porque no me dijiste que ellas estaban en tu casa?.
—¿Quienes?.
—Nicol y...
—Pero ella es mi hermana, es obvio que ella ib...-.
—¡Dejame terminar! Está Estefanía y Abril también.
—¿Que? ¿Se te juntaron las dos chicas?.
—Eres un idiota.
En la pieza de las chicas.
Estefanía se encontraba sentada mientras ve como discuten Abril y Nicol.
—¿Por que estás en mi casa?.
—Por que soy amiga de Estefanía.
—¿Desde cuando eres amiga de ella?
—Es mi primera vez fuera de casa con amigas, me siento tan extraña, estoy nerviosa, qué linda sensación, me encanta sentirme asi.
Estefanía hablaba con su mente mientras las observaba, para ella era una escena llena de color, por fin había vuelto a sonreír con naturalidad, suspiraba mientras las mejillas le dolían, sin que nadie la note se pellizca la pierna, apesar del tímido dolor se ríe, risa que es tapada por las voces de aquella conversación en voz alta.
Alex M. Martínez.