El lugar

Durante este fin de semana se disputará la competición de surf en la playa Punta Umbría, donde la joven promesa Raúl García ha confirmado su asistencia. A continuación, el equipo de fútbol que ha ganado el campeonato...

Una gran cantidad de interferencias inunda la pantalla del televisor, resultando imposible ver u oír algo.

Se escucha un pitido seguido del oscurecimiento total del televisor. Delante del televisor, el reflejo de la pantalla deja ver a una persona joven de pelo castaño mirando su reflejo en la pantalla. Sus ojos negros casi no se ven, pero la palidez de su piel blanca hace resaltar el móvil que sostiene en su mano izquierda.

Teléfono: Raúl, te recuerdo que tienes que participar en la competición sin falta. El único patrocinador que nos queda ha amenazado con irse con la competencia. Sabes las consecuencias que tendría eso si al final sucede.

Raúl: Lo entiendo. Haré lo que pueda.

Teléfono: Creo que no lo has entendido. Por muy bueno que seas en el surf, si no gano dinero, te vas fuera.

Se produce un silencio seguido de tres pitidos que confirman el final de la llamada.

Retira su móvil de la cara y, desde el comedor, observa en la cocina el portátil encendido encima de la mesa. Soltando un suspiro, se dirige a la mesa. Aparta una silla dejándose caer sobre ella. Al mirar la pantalla, muchas pestañas de "se alquila piso", "alquiler de casa" y "hoteles baratos" ocupan todo el espacio disponible. Aunque las pestañas están clasificadas de menor a mayor precio, Raúl se queda mirando atentamente el precio del lugar más barato: 80 euros por noche. Su expresión de pereza cambia a una más seria.

Se estira un poco para agarrar una calculadora negra. Empieza a realizar unos cálculos y, pagando ese precio, le daría solamente para dos días, pero por lo menos necesita una semana para poder volver a su mejor condición.

Mira su pierna, pensando que haber estado lesionado ha pasado factura, nunca mejor dicho. Deja la calculadora en la mesa y, seguidamente, realiza una búsqueda exhaustiva en más páginas, incluso en páginas de dudosa procedencia que parecían sugerir que si te quedabas a dormir, al día siguiente amanecerías sin un órgano. Aun así, el precio no baja mucho en comparación con las anteriores páginas.

Intenta darle un enfoque diferente y empieza a llamar a los hoteles, intentando negociar el precio, pero solo acaba desperdiciando su tiempo y paciencia. Poco a poco pasan las horas sin resultados.

Mientras habla por teléfono con un amigo, recarga la página principal de ofertas una y otra vez con la esperanza de que alguien suba algo que le pueda interesar.

—Yo empezaría a limpiar el coche para que no me asfixie dentro cuando duerma, dijo en tono burlón entre carcajadas. Fuera bromas, seguramente es la opción más barata.

—¡No puede ser! —La mano de Raúl dejó de moverse mientras sus ojos se abren más y más—. Tengo que colgar —acto seguido tira el móvil encima de la mesa.

Hay un titular que no puede dejar de mirar: "Cabaña de madera". Aunque el nombre no era muy original, lo importante era el precio: 20 euros por noche.

Se mete en el anuncio para inspeccionar a fondo. Las imágenes que proporciona la página son muy cautivadoras. La cabaña está compuesta por cocina, comedor y dormitorio. El precio es muy barato, aunque una duda ronda su cabeza: "¿Dónde voy a cagar?".

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Es una cabaña modesta, un lugar tranquilo donde pasar las vacaciones. Hay algunos defectos que pueden molestar a algunas personas. Si necesitas más información llama al..