_Capítulo 5: El Edificio Abandonado_
Maya subió la escalera, su corazón latiendo con un ritmo frenético. No sabía qué iba a encontrar en los pisos superiores, pero sabía que tenía que seguir adelante. La ciudad vacía y silenciosa parecía estar cerrándose sobre ella, y Maya sabía que tenía que encontrar una forma de escapar.
Al llegar al primer piso, Maya vio que estaba vacío y silencioso. No había nada, excepto polvo y escombros. Maya se sintió un sentimiento de desesperación, y se preguntó si podría encontrar algo que la ayudara a escapar.
Maya siguió subiendo la escalera, y llegó al segundo piso. Allí, encontró un pasillo largo y oscuro, con puertas que daban a diferentes habitaciones. Maya se sintió un sentimiento de miedo, pero sabía que tenía que seguir adelante.
Comenzó a explorar las habitaciones, buscando algo que la ayudara a escapar. Encontró una habitación que parecía haber sido un despacho, con un escritorio y una silla. Maya se sentó en la silla, y miró a su alrededor. No había nada, excepto un teléfono que colgaba de la pared.
Maya se levantó, y se acercó al teléfono. Lo descolgó, y escuchó. No había nada, excepto un silencio absoluto. Maya se sintió un sentimiento de desesperación, y se preguntó si podría encontrar otra forma de comunicarse con alguien.
De repente, Maya escuchó un ruido detrás de ella. Se giró, y vio que había una figura en la puerta. La figura era alta y delgada, con ojos que parecían estar mirando a Maya con una intensidad extraña.
Maya se sintió un sentimiento de miedo, y se preguntó quién era la figura. ¿Era un amigo, o un enemigo? Maya no sabía, pero sabía que tenía que estar preparada para cualquier cosa.
La figura se acercó a Maya, y suioramos con un movimiento lento y deliberado. Maya se sintió un sentimiento de terror, y se preguntó si podría escapar. Pero la figura se detuvo en seco, y miró a Maya con una expresión de curiosidad.
"¿Quién eres?" preguntó la figura, con una voz baja y suave.
Maya se sintió un sentimiento de sorpresa, y se preguntó quién era la figura. "Me llamo Maya", respondió. "¿Y tú?"
La figura sonrió, y se acercó a Maya. "Me llamo Echo", dijo. "Y soy un experimento. Un ser creado por científicos en un laboratorio. Me crearon utilizando técnicas de ingeniería genética y otros métodos avanzados. No sé exactamente cómo fui creado, pero sé que soy el resultado de un experimento que salió mal".
Maya se sintió un sentimiento de sorpresa y curiosidad. "¿Qué quieres decir?" preguntó.
Echo se encogió de hombros. "No lo sé exactamente", dijo. "Pero sé que tengo capacidades y características que no son normales en un ser humano. Puedo correr más rápido, saltar más alto y pensar más rápido que cualquier humano. Y también tengo una conexión con la naturaleza que no entiendo".
Maya se sintió un sentimiento de asombro. "¿Qué quieres decir con 'una conexión con la naturaleza'?" preguntó.
Echo se miró a sí misma, y luego miró a Maya. "No lo sé exactamente", dijo. "Pero sé que puedo sentir cosas que otros no pueden. Puedo sentir la energía de la tierra, el ritmo de los animales y la vibración de las plantas. Es como si tuviera una conexión con todo lo que me rodea".
Maya se sintió un sentimiento de curiosidad y empatía por Echo. "Lo siento, Echo", dijo. "No puedo imaginar cómo debe ser para ti".
Echo sonrió débilmente. "No te preocupes por mí", dijo. "Estoy bien. Solo quiero encontrar respuestas. Quiero saber qué soy, por qué fui creado y qué pasó con los científicos que me crearon".
Maya asintió. "Entiendo", dijo. "Vamos a encontrar respuestas juntos. Vamos a descubrir qué pasó con la ciudad