3- Entre Piratas y Marines
—¿Entonces por qué un gran vicealmirante del Cuartel General está aquí? ¿Buscando algún pirata poderoso o algo así? —preguntó Zoro mientras terminaba de comer tranquilamente, aunque interesado en saber si podría pelear con alguien fuerte al seguir a Kara.
—¿Mm? Claro que no. Simplemente fui devorada por un rey marino mientras descansaba, y cuando desperté, estaba por aquí cerca —dijo tranquilamente Kara mientras comía con pulcritud, pero, aun así, la comida de su plato desaparecía con rapidez.
—¿Eso es broma, cierto? —preguntó Zoro, confundido, pensando que era una tontería—. Espera… ¿de verdad? —volvió a preguntar cuando Kara simplemente asintió.
—Ya deja de gritar, a cualquiera le puede pasar —dijo Kara con molestia mientras cubría su plato de la saliva de Zoro.
—Obviamente eso no sucede. Normalmente, si te devora un rey marino, simplemente mueres —dijo Zoro, molesto, pero dejó que Kara terminara su comida.
—¿Mm? Bueno, es hora de irnos y, de paso, darle un pequeño susto a un alevín —dijo Kara mientras terminaba de comer y movía su cabeza como si acabara de sentir algo.
Zoro no preguntó y simplemente se paró para seguirla, mientras Kara dejaba una bolsa llena de monedas de oro sobre la mesa para pagar su comida y saludaba a Rika y a su madre con una sonrisa.
—Vicealmirante Kara, el bote está listo para partir. ¿Pero está segura de que un pequeño bote servirá? —preguntó un soldado mientras apuntaba al pequeño bote atado en el muelle, el cual tenía bolsas con suministros para el viaje.
—Mm. Sí, es suficiente. Por cierto, si viene un viejo con cabeza de perro a buscarme, dile que nunca existí, que siempre estuvo loco imaginando cosas y que debería ir a un asilo de ancianos —dijo tranquilamente Kara mientras se quedaba parada en el muelle.
—Cl-Claro… Vicealmirante Kara, que tenga un buen viaje —dijo el soldado mientras se marchaba, confundido.
Mientras tanto, Kara no mostró movimiento para subirse al bote, por lo que Zoro preguntó:
—¿Qué estás esperando? —dijo mientras miraba a Kara parada en el muelle.
—Para darle un susto a un idiota —dijo Kara mientras miraba al horizonte.
Luego de un par de minutos, Zoro vio una mancha que se iba volviendo más grande y se dio cuenta de que era un pequeño bote a remos que se acercaba.
—¡Yaho! ¡Veo una isla! —se escuchó un grito alegre desde el bote que se acercaba, mientras que en él se veía a un niño remando con todas sus fuerzas y a otro que miraba hacia la isla con emoción.
—Señor Luffy, esta es Shells Town, es una base marina —dijo el chico que remaba con todas sus fuerzas, sin quejarse de que le dejaran todo el trabajo a él.
—Se ve genial. Espero que tengan buena comida —dijo Luffy, esperando ansioso desembarcar—. ¿Mmm? —pero mientras miraba el pueblo, se percató de que había alguien en el muelle mirándolo.
—Eso es… ¡¿KARA?! ¡Rayos! ¡Coby, aquí nos separamos, adiós! —dijo rápidamente Luffy, tomando a Coby y lanzándolo hacia Kara. Luego tomó los remos y empezó a girar a toda velocidad para alejarse de Shells Town, no sin antes gritarle a Kara—. ¡Coby quiere ser un marine! —después de todo, recordó cuál era el sueño de Coby y se alejó a toda velocidad.
Mientras tanto, Kara, parada en el muelle, sonrió al ver el bote de Luffy alejarse rápidamente por donde venía y a un gordito de pelo rosa volar en su dirección. Aunque, obviamente, le faltó fuerza y cayó al mar.
—¿Lo conoces? —preguntó Zoro mientras veía flotar a un tipo y el bote que se alejaba.
—Mi hermano pequeño. Gracias a él, nuestro abuelo me obligó a ser un marine —dijo Kara mientras veía a su hermano menor escapar, aunque no tenía resentimiento. Solo le gustaba golpearlo cuando lo veía, al igual que lo hacía el abuelo—. Por cierto, deberías ayudarlo —dijo mientras apuntaba a Coby, quien flotaba boca abajo en el agua.
—¡Rayos! —gritó Zoro y rápidamente se lanzó al agua para rescatar a Coby.
Mientras tanto, Kara recordó cuando iba de visita a su pueblo natal.
De vez en cuando, aparecía en la casa de Dadan solo para ver correr a Luffy, Ace y Sabo, quienes fueron convertidos en víctimas colaterales cuando intentaron defender a Luffy.
Obviamente, como hermana mayor, Kara se quedaba un par de días para entrenarlos pacientemente, por lo que ahora deberían de ser más fuertes que su contraparte. Después de todo, Kara no quería que Ace y Sabo murieran como en el mundo original.
Bueno, en el caso de Sabo, que perdiera la memoria.
Cuando renació en este mundo y se dio cuenta de que era la hermana mayor de Luffy, supo que iba a ser bastante interesante.
La única molestia fue ser la hija de Dragon, el padre despreocupado que abandonó la Marina justo cuando Kara se unió y luego desapareció de la vista como si nunca hubiera tenido hijos.
—Bueno, nos vamos —dijo Kara mientras se subía al bote pequeño tranquilamente.
Zoro, que salió del agua con un inconsciente Coby, preguntó rápidamente:
—¿Qué hacemos con él? —dijo mientras apuntaba a Coby.
—Solo llévalo. Dejémoslo ser un buen marine —dijo tranquilamente Kara, sin preocupación.
Zoro hizo caso y lo metió al bote.
Justo cuando el bote empezaba a marcharse lentamente, un oficial de la Marina vino corriendo hasta el muelle.
—¡Vicealmirante Kara, tiene una llamada de Marineford! —gritó en voz alta para que Kara escuchara.
—¡Mierda, aumenta la velocidad! —dijo Kara mientras tomaba los remos de las manos de Zoro y empezaba a remar a toda velocidad, igual que su hermano minutos atrás. Después de todo, sabía que si Sengoku la encontró, quería que volviera rápidamente a Marineford, y Kara quería aprovechar para dar unas vueltas.
—¡Vicealmirante! —gritó nuevamente el soldado, pero se dio cuenta de que el bote ya estaba bastante lejos, por lo que volvió a hablar al caracol en su mano.
—Lo siento, señor. La vicealmirante Kara se fue antes de que pudiera pasarle el mensaje —dijo rápidamente el soldado, hablando con respeto hacia la llamada.
—Esa maldita chica siempre aprovecha para hacerse la tonta con sus deberes. Está bien, vuelvan a sus tareas. Si el vicealmirante Garp llega, dile en qué dirección se fue esa idiota —dijo Sengoku, furioso, del otro lado del caracol, y luego cortó sin esperar una respuesta.
Mientras tanto, en el bote, al alejarse bastante de Shells Town, Kara tiró los remos a un lado para que el bote se moviera solo con la pequeña vela.
—Mierda, ¿cómo es que Sengoku siempre logra encontrar dónde estoy? Seguramente envió al maldito viejo detrás de mí nuevamente —dijo Kara, molesta.
—¿Tú… te escapaste de la base naval? —preguntó Zoro mientras miraba a Kara.
—Claro que no. No es como si hubiera puesto un montón de cebo para rey marino en mi bote de pesca para que uno me devorara y me llevara a cualquier parte del mundo y luego hacerme la tonta con mi trabajo. Eso sería bastante rebuscado —dijo Kara mientras se reía ligeramente—. Sobre todo porque ya sucedió diecisiete veces en lo que va del año.
—Entonces sí lo hiciste… —dijo Zoro, mirándola como si fuera una idiota.
—Oye, si el plan de cavar un túnel desde la isla de Marineford hasta otra isla hubiera funcionado, no tendría que buscar otros métodos… Lástima que me descubrieron cuando casi se hundió Marineford y tuve que reparar y llenar todos los huecos —dijo Kara como si no fuera nada.
—Creo que estoy empezando a arrepentirme de unirme a la Marina —dijo Zoro mientras se tocaba la cabeza.
—¿Entonces cuál es el plan? —preguntó Zoro mientras miraba a Kara, quien estaba pescando tranquilamente mientras el bote avanzaba. Por cierto, Coby seguía inconsciente, tirado a un lado.
—¿Mmm? Simplemente demos un par de vueltas y luego vamos al Grand Line. Por cierto, Ojo de Halcón debe estar dando vueltas cerca también —dijo tranquilamente Kara, ya que tenía planeado recorrer algunas islas de los futuros nakamas de Luffy.
Obviamente, no tenía el malvado plan de robarle todos sus integrantes… Solo iba a arreglar algunos cabos sueltos y, tal vez, asustar a Luffy un par de veces más antes de que el anciano Garp la encontrara.
—¿Ojo de Halcón está aquí? ¿Dónde? —preguntó rápidamente Zoro mientras tocaba las espadas colgadas a un costado de su cintura.
—Tranquilo, iremos donde aparecerá dentro de poco. Pero todavía eres bastante débil… Enfrentarte a él solo serviría para que te cortaran a la mitad —dijo Kara mientras le echaba un ojo a Zoro, sin dejar de pescar.
—No importa. Es para cumplir mi sueño y una promesa —dijo Zoro con seriedad.
—Lo que quieras. Es mejor si ves por ti mismo la fuerza de ese tipo —dijo tranquilamente Kara mientras volvía su atención a la caña, la cual parecía haber atrapado un pez.
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