—Amor —dijo Waylon Lewis con una convicción inquebrantable—. Te amo, profundamente.
Las lágrimas seguían deslizándose por el rostro de Hope Williams, pero sus labios inconscientemente se curvaron en una sonrisa.
—Yo también te amo.
...
Waylon Lewis fue dado de alta del hospital ese mismo día. Luke envió datos de vigilancia a Hope Williams. En el coche, Waylon sostenía firmemente la mano de Hope, una sonrisa adornaba sus labios, mostrando el inmenso placer que sentía en ese momento.
Thomas Hughes, conduciendo el vehículo, sintió una calidez llenando el carruaje como un soplo de primavera.
El aire estaba impregnado de un dulce aroma.
—¿En qué estás mirando? —Waylon vio que la atención de Hope estaba toda en su teléfono, ignorándolo seriamente, sintiéndose algo celoso.
—¿Piensas que este incidente fue orquestado únicamente por Joy Ward? —Los ojos de Hope permanecían pegados a la pantalla.
—No —respondió Waylon.
—Sí, hay alguien ayudándola —Hope le entregó el teléfono a Waylon.