—Ella hizo lo que no debería haber hecho, pero tú fuiste el que estaba detrás de todo. Creo que el Joven Maestro Morris y yo no teníamos antiguas disputas. Entonces, ¿por qué el Joven Maestro Morris alberga tal hostilidad hacia mí? —Esperanza Williams levantó una ceja al preguntar.
—Señorita Williams, no diga eso. ¿Cuándo he sido hostil hacia usted? —La mirada de Weston Morris estaba llena de resentimiento y codicia mientras se fijaba en el hermoso rostro de la mujer.
—Si lo has sido o no, no me preocupa. Solo estoy aquí para recordarle al Joven Maestro Morris que si me haces algún daño, seguramente devolveré el favor diez veces.
—¿De verdad crees que puedes?
—Inténtalo. —Esperanza Williams sonrió y se acercó un paso, su voz tan tranquila como siempre.
—Inténtalo. —Weston Morris esbozó una sonrisa fría y tomó un sorbo del vino tinto de la mesa, sus ojos despidiendo un frío escalofriante.