Las mejillas de Esperanza Williams se enrojecieron, mientras giraba su rostro hacia un lado, y para su sorpresa, los dos pequeños habían escuchado.
Los labios de Waylon Lewis se curvaron en una ligera sonrisa. —Felicítame.
—¿A qué te refieres? —Luke y Willow no entendían en absoluto.
—¿No escuchaste cómo me llamó mi esposa? ¿No deberían felicitarme? —dijo Waylon Lewis, mientras Esperanza Williams lo empujaba suavemente, sintiendo como si su cola pudiera agitarse hasta el cielo.
—¿Qué estás haciendo? ¿No es así? —Waylon Lewis se inclinó para darle a Esperanza Williams un beso en los labios, su voz llena de una risa complacida.
—Todavía somos niños —Luke y Willow rieron, cubriendo sus pequeños ojos con las manos.
—Waylon Lewis, ya basta… —Esperanza Williams rápidamente lo empujó lejos.
¿Cómo podía ser tan descarado y dar un mal ejemplo para los niños?
—Simplemente estoy ejerciendo mis derechos exclusivos.
...
—Bebé, llámame así de nuevo.
—¡No!
—Entonces te besaré.