Capítulo 499

Esta cosa fantasmal con su afición por posarse en los hombros hacía que Yang Fan la detestara hasta la médula.

El dolor intenso lo enfureció por completo, liberando a Xiang Xue Ting. De repente saltó y, con un fuerte golpe, aterrizó en el suelo de espaldas.

Esta caída hizo que las estrellas danzaran frente a los ojos de Yang Fan, y sintió como si su columna estuviera a punto de romperse, pero no logró aplastar a la cosa fantasmal debajo de él.

—Qué tontos, los humanos, je je je. —El pequeño niño apareció de repente sobre Yang Fan, con sus manos hundiéndose en el pecho de Yang Fan como garras de pollo.

Con un sonido rasgante, la ropa de Yang Fan y la piel debajo se abrieron, el dolor contorsionando su rostro al instante.

Xiang Xue Ting corrió al verlo, pero atravesó el cuerpo del pequeño niño y chocó contra un carrito de madera cercano, desmayándose inmediatamente.

—Tan tierna, tan tierna, este cuerpo delicioso, lo guardaré, lo guardaré... —El pequeño niño empezó a reír.