—Sí, no podemos hacer eso. Si ambos capitanes perecen, no hay nadie para pilotar el avión, y podría estrellarse muy bien —dijo con urgencia un oficial de seguridad masculino.
—Hmpf, si solo esperamos aquí, solo hay dos posibles resultados. Primero, tus capitanes podrían desangrarse hasta morir y, segundo, el avión podría volar muy probablemente a otra área, ambos escenarios llevan a consecuencias impensables.
Las cejas de Xiao Zheng se fruncieron profundamente mientras hablaba con gravedad:
—En un momento crítico como este, debemos encontrar una alternativa. ¡No podemos esperar! Jiayi, tú y los otros dos vayan a calmar a los pasajeros, cierren la puerta de la cabina del medio; los dos hermanos vendrán conmigo para lidiar con esta crisis. ¿Alguna objeción?
—¡Sin objeciones!
En esta situación urgente, la tripulación de cabina, entrenada profesionalmente, asumió la responsabilidad hablando al unísono.
—¡Hermano Xiao, debes tener cuidado!