Lucien me los consiguió

—Debería ser yo quien te pregunte eso —replicó, su voz teñida de frustración—. Por la forma en que actúas, pareces un amante enfadado cuya novia acaba de ir de compras con otro chico.

Sus palabras eran punzantes, y añadió con énfasis deliberado, —Así que, déjame preguntarte: ¿hay algo entre tú y Aria?

La acusación quedó suspendida en el aire, y Medrick se quedó paralizado. La audacia de su hermano menor lo tomó completamente desprevenido. Durante años, Lucien había respetado la autoridad de Medrick, nunca lo había desafiado así. ¿Pero ahora? Ahora se atrevía a replicar, y todo por Aria. Por un momento, Medrick se quedó inmóvil, con una expresión que mezclaba incredulidad y enojo. ¿Se estaba convirtiendo Aria en un obstáculo entre ellos? El mero pensamiento lo inquietaba. No, no podía permitir que escalara hasta romper su vínculo. Pero también sabía que empujar esta discusión más lejos solo conduciría a más tensión.