Un Compañero de Cuarto Atractivo

Aria desplazó frenéticamente en su teléfono, buscando el contacto de sus padres. Sabía que necesitaba probar su inocencia, y la mejor manera de hacerlo era reproduciendo la conversación grabada que tuvo anteriormente. Por suerte, la función de grabación automática de su teléfono había capturado todo. Encontró la grabación, hizo clic en ella y subió el volumen al máximo para que Darío pudiera escuchar cada palabra.

El audio se reprodujo, alto y claro, llenando la habitación con las voces de sus padres regañándola. La grabación reveló la verdad: Aria no tenía conocimiento de nadie que hubiera reportado el incidente de la tarifa de admisión. Sus padres la habían llamado para reprenderla probablemente porque Helena lo había reportado a ellos. También se hizo evidente en la conversación que quien había informado a sus padres no era otra que Helena.