El Día del Examen de Admisión

Aria esbozó una sonrisa, decidiendo ignorar a Lucien por ahora. Volvió su atención a Ronan, un brillo juguetón en sus ojos mientras cruzaba los brazos.

—Bueno —dijo ella, con tono de burla—, si vas a mantenerme despierta toda la noche, más te vale estar preparado para las consecuencias. No soy precisamente fácil de manejar.

La sonrisa de Ronan se amplió, sus ojos se iluminaron con diversión. —Oh, no lo querría de ninguna otra manera —respondió suavemente, su tono goteando con flirteo.

El agarre de Lucien en su teléfono se tensó, y por una fracción de segundo, su máscara fría se quebró, un destello de algo más oscuro brilló en sus ojos.

Pero Lucien no hizo comentarios. Simplemente se levantó y se fue, su comportamiento frío inquebrantable. La puerta hizo clic al cerrarse detrás de él, dejando a Aria y Ronan mirándolo en silencio.