—Alfa Darwin —reconoció Theo, asintiendo ligeramente.
Darwin devolvió el asentimiento antes de que su mirada se desviara hacia Kimberly. Dudó un momento antes de hablar, su voz más suave de lo habitual.
—Theo, confío en ti para hacer todo lo que esté en tu poder para mantener a Kimberly segura... Por favor, no debe pasarle nada —había una urgencia rara en la voz de Darwin, algo que hizo que la expresión de Theo se endureciera. Él no era de los que hacían promesas a la ligera, pero esto era diferente.
—Te doy mi palabra —respondió Theo con firmeza—. La protegeré con mi vida.
Darwin soltó un suspiro silencioso de alivio antes de volver su mirada hacia Kimberly, sus ojos llenos de emociones que las palabras nunca podrían capturar verdaderamente.