Derrick paseaba por su cámara, su mente agitada con pensamientos sobre Elena.
Apenas había descansado de todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, y la incertidumbre del paradero de ella lo consumía.
Sus instintos le decían que algo estaba mal en toda la situación, pero necesitaba escuchar primero el informe de Mona.
Mona entró en la habitación, su rostro torcido en una expresión de tristeza falsa. Había ensayado sus palabras cuidadosamente, sabiendo que un error podría hacer que Derrick sospechara.
—Mona —dijo Derrick, su voz cargada de impaciencia—. ¿Qué dijo Katherina?
Mona soltó un profundo suspiro, bajando la mirada como si luchara por encontrar las palabras adecuadas.
—Hablé con Katherina, Derrick. Estaba tan sorprendida como nosotros. Juró que no tiene nada que ver con la desaparición de Elena.
Derrick entrecerró los ojos, observándola de cerca. —¿Estás segura? Katherina no es precisamente conocida por estar... desinformada.