Capítulo 190

La ambulancia finalmente llegó, sus luces parpadeantes proyectando sombras tenebrosas contra la casa.

Kimberly se quedó quieta, observando cómo los paramédicos llevaban el cuerpo sin vida de Alpha Darwin.

Su corazón sentía como si pesara mil libras.

El silencio a su alrededor era ensordecedor, roto solo por los sonidos distantes de la noche y el suave arrastrar de pies.

Los ojos de Kimberly le ardían con lágrimas no derramadas, pero las contuvo. Habría tiempo para llorar más tarde.

Por ahora, necesitaba respuestas. Se giró lentamente hacia la criada más vieja de la casa, su voz apenas un susurro.

—¿Se ha informado a Mona?

La criada dudó, retorciendo las manos antes de hablar. —Sí, señora. La llamé justo después de haberla contactado a usted. Solo dijo "está bien" y colgó.

Kimberly frunció el ceño, intercambiando una mirada con Theo. Su mandíbula estaba tensa, sus ojos entrecerrados.

La reacción de Mona, o la falta de ella, se sentía mal. Fría. Calculada.