Capítulo 102 - Domesticando la Amenaza de Guerra - 4

—Esto —Ignatius observó la transformación con genuino interés— parece más una auténtica fusión de domador.

El mercenario extendió sus recién formadas alas en sus brazos, cada pluma brillando con poder contenido. La transformación era elegante, casi hermosa en su simetría.

—¿No es así? —sonrió, sus facciones ahora más aviares como las del director pero manteniendo un equilibrio armónico con su forma humana.

—Aunque —su sonrisa se ensanchó— una de las cosas que mi cuerpo aprendió después de tantos "experimentos" abisales es cómo extraer... más.

Ignatius apenas tuvo tiempo de reaccionar.

Las garras doradas del mercenario pasaron rozando su rostro mientras se lanzaba hacia atrás. El director usó sus propias garras de fénix, bloqueando el segundo ataque por milímetros, plumas doradas chocando contra plumas doradas.