Capítulo 169 - Domador Asesino - 2

En sus últimos momentos, Harold vio su vida pasar ante sus ojos. El orfanato en Yino, frío y desolado, donde las sombras parecían más largas y la oscuridad más profunda que en cualquier otro lugar.

El día que los Venmont lo adoptaron, la primera vez que sintió florecer la esperanza en su pecho como una frágil flor.

Años de entrenamiento brutal, modificaciones dolorosas, todo para complacer a un padre que nunca...

El pensamiento quedó inconcluso cuando el haz de luz terminó de consumir su torso. Lo que quedó era apenas reconocible como humano, la mitad inferior de un cuerpo carbonizado, parte bestia, parte hombre, humeante en el suelo metálico. El olor acre de un cuerpo quemado llenó el aire.

—¡Luna! —Larissa corrió hacia su prima, que yacía allí después de anclar a Harold con su última sombra y esfuerzo físico. Su habitual compostura perfecta hecha añicos por el miedo genuino por su familia.