Capítulo 229 - Domesticando la Luz

La extraña criatura se retorcía con evidente furia, los tentáculos cortados por la daga de Ren regenerándose lentamente mientras ondulaban como serpientes en la luz púrpura.

Ren intentó activar su conocimiento, buscando información sobre la criatura, pero su habilidad parecía fallar. La información llegaba fragmentada, inconsistente, como si la bestia fuera demasiado anómala para ser comprendida a través de sus parámetros habituales.

Fue entonces cuando Ren notó algo en uno de los segmentos finales del gusano: una marca distintiva, artificial, que resaltaba contra las placas naturales.

Lo reconoció inmediatamente: era la marca que Julio había hecho en el gusano menor que habían encontrado la noche anterior. El patrón preciso de cortes era inconfundible, incluso entre la grotesca anatomía de la criatura.

El entendimiento lo golpeó como un golpe físico.