Capítulo 392 - Domar el caos - 5

—Víctor —dijo Julio finalmente—, entiendo tu punto. Pero Arturo también tiene razón sobre los recursos.

—¿Entonces qué sugieres? —Víctor cruzó los brazos, su frustración evidente en cada línea de su postura—. ¿Que nos rindamos?

—Sugiero que encontremos una tercera opción —Julio se levantó, moviéndose hacia el mapa estratégico que dominaba la sala—. Una que use nuestras fortalezas sin ignorar nuestras debilidades.

El silencio que siguió fue tenso, pero al menos no hubo más gritos. El peso de decisiones imposibles colgaba pesado en el aire, presionando a los tres hermanos mientras contemplaban sus opciones limitadas. Julio permaneció en silencio durante varios minutos, con la mirada fija en el mapa estratégico que dominaba la mesa central. Sus dedos trazaban líneas de suministro y posiciones de tropas, calculando posibilidades y probabilidades con la mente metódica que su padre nunca había poseído.