Manos Curativas (3)

Jun Qing estaba sumergido en el agua del baño medicinal que Jun Wu Xie había preparado especialmente para él. Aunque estaba inconsciente, era evidente que su condición había mejorado ya que su respiración ya no era tan débil y su rostro, aunque pálido, no estaba tan blancuzco como antes. El hombre podía ver esto pero aún así infló el pecho con arrogancia ya que todavía guardaba algunos resentimientos hacia Jun Wu Xie.

Jun Xian había estado al lado de su hijo todo este tiempo y cuando vio la mejora, suspiró aliviado.

—Después de todo, Wu Xie es su hija, pudo haber sido algo ingenua en el pasado, ahora ha crecido. No debes tener prejuicios contra ella, ella puede... ella puede necesitar la protección de ustedes para crecer de manera segura en el futuro —explicó con paciencia. Podía decir que al hombre no le gustaba mucho Jun Wu Xie. Quería tratar de disipar la animosidad tanto como pudiera.

El hombre permaneció en silencio y salió de la habitación tan pronto como vio que el rostro de Jun Qing finalmente había mejorado.

Después de su baño y de cambiarse a un nuevo conjunto de ropa fresca, Jun Wu Xie se sentó en la farmacia mientras sostenía una taza de té en una mano mientras que con la otra escribía con fervor todos los nombres de hierbas.

La condición de Jun Qing se ha estabilizado pero para retornar su condición a su máximo, se necesita mucho esfuerzo, como tal estaba ocupada anotando todas las medicaciones necesarias.

Para complementar la medicina, también escribió la lista de platos para combinarlos, para complementarse mutuamente de modo que lo nutran y aceleren el proceso.

Un golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos.

—Pasa.

La puerta chirrió al abrirse y allí estaba el mismo hombre alto que la había estado interrumpiendo todo este tiempo. Ella frunció el ceño.

—Si tienes algo que decir, dilo ahora, o si no, largo —para las personas que no son de su familia, no presta atención a las palabras usadas. Dice lo que se le ocurre sin preocupaciones.

Justo cuando terminó de hablar, el hombre que estaba frente a ella de repente se arrodilló con un fuerte golpetazo.

—El General de División del Ejército Rui Lin Long Qi ha ofendido gravemente a la Señorita Joven, ¡por favor castígame como creas conveniente! —dijo con gravedad mientras su alta estatura estaba arrodillada con una rodilla y la cabeza levemente inclinada.

General de División del Ejército Rui Lin... ella miró a Long Qi... siempre había sentido que él permanecía en silencio al lado de su Tío y se preocupaba por él en varias ocasiones, aunque siempre había pensado que no parecía un sirviente o un guardia, nunca se le ocurrió que podría ser ¡el General de División del Ejército Rui Lin!

Pero...

—¿Okay? —Jun Wu Xie frunció el ceño.

Long Qi continuó arrodillado en el suelo sin pronunciar una sola palabra. No negaba que siempre había tenido prejuicios contra ella. Incluso, sospechaba profundamente que había envenenado a Jun Qing. Cuando vio lo meticulosa que fue al tratar a Jun Qing y los efectos de su tratamiento, supo que estaba equivocado.

Los protocolos del Ejército Rui Lin siempre han sido estrictos, por lo que había buscado habitualmente su propio castigo. Era una regla de hierro que se le había inculcado a cada miembro desde el primer día. ¡Si uno hace algo mal, es castigo!

—Si no es nada, entonces puedes irte —no tenía ningún interés en su posición o solicitud. Este hombre la había interrumpido tantas veces, pero todo era debido a que se preocupaba por Jun Qing, así que cuando fue grosero, realmente no le importó ni lo tomó a pecho.

Mantuvo su posición un rato más, se levantó y salió de la habitación. Solo que esta vez, fue muy respetuoso hacia ella y hasta hizo una leve reverencia antes de cerrar la puerta.

—Vaya, ¿qué cosa extraordinaria hiciste cuando no estaba cerca? Esto parece interesante... —una voz enigmática con un toque de picardía se desvanecía desde la entrada.

TL: ¿Notaste cómo cambió la manera en que la llamó?