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Crónico - Capítulo 1°

Invierno, el frio crudo invade los salones de la universidad, los cuales se encontraban llenos, mientras el profesor termina de dar su clase.

El profesor observa su reloj.

-por ahora la clase esta terminada, si todavía tienen preguntas o inquietudes sobre sus trabajos mandádmelas por correo electrónico.

Las personas del salón comienzan a recoger sus pertenencias mientras un chico, Yuuki Fuyuki, quien seguía escribiendo en una libreta sin percatarse de todo lo demás.

-Fuyuki, podrías darme unos minutos?

El chico sin mucho ánimo mira al profesor y asiente con la cabeza.

Después de que todos se hayan ido, el profesor y Yuuki están caminando por las instalaciones

de la universidad mientras van al estacionamiento.

-¿Como va tu tesis? Hace tiempo que ya no me preguntas sobre inquietudes.

-He estado investigando por cuenta propia, pero aun no siento que me falta más...

El silencio provocado se vio afectado por la alarma del auto del profesor, el cual entra al

mismo.

-Esta bien, recuerda que a veces envés de centrarte en la obra, deberías alejarte para

notar los detalles.

Luego de estrecharse las manos despidiéndose de Yuuki, este se dirige hacia fuera, escuchando música con auriculares sumido en sus pensamientos sobre su tesis.

Llegando a la parada de buses, observa y piensa.

"¿Cuantas veces estuve en esta parada?"

Sube al autobús.

"Ya ni recuerdo cuando fue el primer invierno que supere aquí…"

Mientras sigue escribiendo en su libreta parado en el autobús, este sigue su rumbo hasta que se detiene para recibir otro pasajero.

Observa su mano, para recién percatarse de lo helada que esta, Pensando.

"Debería comprarme unos guantes..."

Un chico sube, tiene una campera con capucha, barbijo y pelo negro un poco largo que lo cubre, cada paso que da es corto y débil, el ambiente se pone un poco tenso.

-¡Oye tienes que pagar!

Oídos sordos al conductor, el chico sigue su camino la fondo, susurrando apenas unas

palabras.

-Hambre… hambre…

Sus palabras se cortan por sus débiles y ahora pesados pasos.

-¡¿No me escuchaste?!

Yuuki sin darse cuenta de su alrededor, mira por su hombro teniendo a unos centímetros al

misterioso chico.

"¿Y este que le pasa?"

Después de una pausa el ambiente se queda en silencio, con apenas unas palabras gritadas del conductor hacia el chico.

Como si el tiempo se parase para algo importante.

Sin previo

aviso, el chico misterioso se lanza hacia el brazo de Yuuki, quien por reflejo intenta alejarse, golpeándose con una barra del autobús impidiendo que retire el brazo.

-¡AHh-!

Un grito entrecortado de Yuuki debido al mordisco del chico quien mordió tan fuerte el

brazo izquierdo de Yuuki que incluso logro romper la campera del mismo y hacerlo sangrar.

Por el forcejeo, gritos y movimientos muchos de los pasajeros del autobús comienzan a

correr hacia la entrada y los que están mas atrás retroceden amontonándose entre sí.

-¡Ah! ¡¿Qué demonios?!

Yuuki forcejea y el chico que mordió su brazo muerde con mas fuerza, tratando de arrancarle un trozo del mismo.

Mientras que por detrás un hombre agarra de los brazos al chico que mordió a Yuuki,

provocando que muerda mas fuerte y que Yuuki lo agarren al chico con su mano derecha, levantando y moviéndose a un lado.

El hombre intenta pegarle puñetazos al chico en la cabeza, mientras que Yuuki le pega un

puñetazo debajo de la axila del chico, lo que le provoca aparente dolor soltando a Yuuki, este ultimo retrocediendo.

Tras unas milésimas de desorientación, de la espalda y del lado izquierdo debajo del chico comienza a correr sangre y a desgarrase su ropa, dejando salir una especie de líquido

semi-solido de un color negro mate, asustando a todos en el autobús, alterándolos.

Todo se transforma en un caos en un espacio reducido.

-¿¡Que demonios!?

El hombre detrás del chico es conmocionado, es atacado por el chico, quien intenta morderle el cuello.

Ante esto Yuuki mira aturdido por el repentino ataque y el dolor, se mira el brazo, su campera esta notablemente rota sin dejar ver la herida, pero por el dolor y sangre puede que le haya casi sacado un trozo.

Desde la mente de Yuuki todo comienza a nublarse y a sonar un ruido blanco, casi inmóvil, con apenas respiración. Intenta mover su brazo adolorido con apenas movilidad.

La mente nublado de Yuuki se ve interrumpida por unas personas que corren del lado trasero del autobús hacia la entrada. Sin darse cuenta que el chico que ataco

al hombre lo mordió en el cuello sacándole un trozo del mismo. La sangre del hombre se cae por el asiento, llegando incluso hacia la zapatillas de Yuuki.

Yuuki se fija tanto en la sangre que fluye que no se da cuenta de que el chico se le abalanza, recostándolo en el asiento, Yuuki intenta con su mano derecha retener el ataque del chico, pero debido a que no puede mover del dolor su brazo izquierdo, el chico termina por morder su hombro.

-¡AH-!

Un grito en seco se deja llevar por el desorden. El dolor y la sangre comienzan a nublar la vista de Yuuki quien a últimos instantes se impulsa del asiento levantándo a el y al chico.

Forcejeando logra ponerse al lado de la ventana. De repente y sin previo aviso, un dolor inmenso comienza emerger del brazo derecho de Yuuki.

Resulta que el conductor saco una pistola disparando al chico, dándole una bala perdida a Yuuki, haciendo que el chico atacante se distraiga.

Yuuki aprovecha esta distracción agarrar de la campera de atacante y para correr para llevarlo a la parte trasera del autobús, y chocándolo contra la ventana del fondo, agrietando la ventana, agarrándolo con sus ultimas fuerzas la cabeza del chico atacante y golpeándolo contra la ventana de al lado, agrietándola también, aun agarrándolo, lo dirige hacia el lado opuesto de donde están, tirándolo por la puerta trasera del autobús

que estaba atascada, rompiéndola y sacando al chico atacante afuera.

Entre el jadeo y respiraciones cortadas y pesadas.

A Yuuki poco a poco se le nubla la vista, los ruidos del exterior se comienzan a cortar, las

voces, los gritos, se apagan progresivamente.

Ya no siente su brazo izquierdo el cual sigue sangrando, mientras que en su brazo derecho

aun siente unos puntos de dolor punzante.

El frío comienza a entrar por las ventanas y puertas, poco a poco su calor corporal se

comienza a atenuar.

Unos pocos pensamientos pasan por la mente de Yuuki.

-¿… Que… paso…?

Su mente se comienza a apagar, debido a la perdida de sangre. El silencio da paso aun gran vacío que devora la mente de Yuuki.

-...

A lo lejos, se escuchan los sonidos de una máquinas de monitoreo de signos vitales

-¿…?

Yuuki abre los ojos un poco desorientado, dándose rápidamente cuenta que esta en una sala de hospital. Pasan los minutos mientras aun observa su habitación, tan blanca y

pacífica, afuera es de día, la habitación se llena únicamente silencio con pitidos del monitoreo de signos vitales.

Observa su brazo izquierdo, esta con yeso y inmóvil agarrado por un soporte de la cama, su otro brazo derecho, ya no duele y puede moverlo con normalidad. Su mente se

mantiene con una sola pregunta.

"¿Donde esta mi libreta…?"

Pasado el tiempo, una enfermera entra a la habitación.

-¿Eh? Espere unos momentos ahora traigo al doctor.

Sin intercambiar mas palabras la enfermera cierra la puerta, pasan los minutos y un doctor algo anciano abre la puerta, pasando y acercando una silla lejana a la cama de Yuuki

-¿Qué pas-?

-…Permíteme interrumpirte, señor Fuyuki.

Sin dejar que Yuuki hable, el doctor ordena unas hojas que había traído.

-Usted tiene una historia un tanto trágica, señor Fuyuki.

Sede a un silencio mientras el doctor revisa sus hojas, luego vuelve a hablar.

-(suspira) Usted presenta esa especie de virus que a salido en las noticias recientemente en su torrente sanguíneo, lo cual le dio una alta resistencia ante el daño que recibió, además de una rápida recuperación, como ya vera, su brazo derecho ya esta sanado, y su brazo izquierdo solo tendrá que hacer reposo unos días y también sanara por completo.

El doctor le muestra unos papeles que demuestra el dichoso virus en la sangre,

principalmente una aglomeración en la espalda alta antes de llegar a la nuca.

El doctor da un suspiro profundo de tristeza antes de levantarse.

-Le haremos unas ultimas pruebas generales, luego probablemente mañana le daremos el alta. ¿Tienes a alguien a quien llamar?

Yuuki quedo en silencio mirando sus manos, antes de hablar.

-No, a nadie…

El doctor da un suspiro, se acerca y le da una palmadas en el hombro de Yuuki

-Escucha hijo, esto es grave y se lo que hacen a la gente con esto, lo tuyo es severo pero tu cuerpo lo resiste, te recomendaría ir mas calmado y evitar a toda costa el

estrés.

Yuuki vuelve a mirar a sus manos en silencio, apretándolas un poco antes de mirar al doctor

con una mirada algo desinteresada y fría, que oculta una poco notada tristeza falseada.

-Prometo… evitarlo, doctor.

El doctor asiente con la cabeza.

-Bien, solo te haremos un pocos análisis para dentro de unas horas, luego te traerán comida.

El doctor con esas ultimas palabras se da la vuelta y sale de la habitación, dejándola con Yuuki con un solo pensamiento.

"Demonios… se me olvido preguntarle si es que trajeron todas mis cosas…"

Pasadas las horas, luego entran unas enfermeras a la habitación para llevarse a Yuuki a hacerse los exámenes, pasado el tiempo y después de los exámenes, Yuuki vuelve a su habitación, luego las enfermeras le traen la típica comida de hospital.

"mmhp"

Observa su plato, sin mucho animo de comer, hasta que después de un rato de mirar el plato

finalmente su estómago gruñe, sin pensar por mas tiempo, procede a comer lentamente.

Pasado el tiempo, Yuuki se quedo mayormente en silencio, tanto en la habitación como en su propia mente, en la oscuridad de la noche, sin dormir.

De esta forma, el día y la noche son lo mismo.

Pasada la noche llego la mañana, después de unos últimos exámenes, y ya previsto, el brazo izquierdo de Yuuki ahora solo presenta unas marcas, sin nada desgarrado o roto. Yuuki vuelve a su habitación para cambiarse de ropa y recoger sus cosas cuando aparece el doctor y entra en la habitación.

-Bueno señor Fuyuki, usted ya puede irse, solo pase por recepción para rellenar unos papeles.

Yuuki en silencio sigue recogiendo sus cosas, antes de suspirar y hablar.

-Le agradezco doctor, por ayudarme…

Su expresión da una clara noción de tranquilidad mezclada con desinterés. El doctor procede a hablar.

-Procure, no meterse en problemas señor Fuyuki.

Yuuki le extiende la mano para estrecharla, el doctor le devuelve el gesto, para luego

despedirse.

Yuuki sale del hospital y comienza a caminar, mientras suena un tarareo de tristeza en su

mente.

En los últimos años alrededor de todo el mundo se ha registrado una clase de enfermedad, como si fuera un virus o parásito, un líquido negro que se encuentra en los seres vivo.

Alimentándose de la mente del huésped, aunque el dicho huésped sufra ataques, este líquido acelera la recuperación con nuevas células mas fuertes y resistentes.

Aunque no se sabe con certeza de donde proviene esta "epidemia" es un gran problema que crece cada año, mes y día. Los huéspedes después de un determinado tiempo comienzan a volverse salvajes, como si el líquido parásito les comiera el cerebro.

Después de un gran recorrido en autobús, y una ultima gran caminata, Yuuki llega a su casa, situadas en un vecindario algo tranquilo y vacío.

Su casa se encuentra en oscuridad, casi todas las luces están apagadas, exceptuando su habitación, el lugar esta algo desordenado y tiene algunos objetos tirados sin algún dentido, con libros, hojas, útiles y ropa. Toda la casa esta en un profundo silencio.

Yuuki de la entrada camina directo por un pasillo que da a su habitación, dejando su

mochila, sacándose la ropa y yendo al baño, donde se da una ducha fría, hasta después de un rato bajo el agua fría.

Da una gran respiración de ahogado

De repente Yuuki cae y sede ante el frio del agua, respirando con dificultad solo pensando en que sigue vivo. Sin darse cuenta que ya se encuentra en casa.

Lo ha vuelto a hacer