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Los ojos de Zhou Tian estaban ligeramente cerrados, y mientras hacía circular la Energía Primordial, vigilaba constantemente los cambios en sus Meridianos de Artes Marciales.
Aunque Zhou Tian parecía tranquilo y sereno en la superficie, era imposible para él mantenerse completamente impasible. Especialmente cuando había escuchado las palabras pronunciadas por Jing Yan hace un momento, sabiendo que los problemas con sus Meridianos de Artes Marciales podrían finalmente ver una resolución permanente, no podía mantener su compostura por completo.
¡El tiempo pasaba lentamente!
En la habitación, nadie volvió a hablar, y no había ni un solo sonido. La respiración de todos también era bastante suave. Sus miradas estaban fijas en Zhou Tian.
Treinta minutos pasaron en un abrir y cerrar de ojos.
Finalmente, Zhou Tian abrió los ojos de nuevo.
—¡Boom! —El aura a su alrededor creció dramáticamente en ese momento.