La luz de la espada azul centelleó mientras colisionaba ferozmente con los puños gemelos del títere.
—¡Bang! ¡Bang!
En esta estrecha habitación, la energía se llenó hasta el borde. Todo el espacio ondulaba con líneas negras, mientras que las cuatro paredes se agrietaban extensamente.
—¡Thud! ¡Thud!
Incluso el títere no pudo soportar fácilmente la fuerza del impacto, retrocediendo dos pasos tambaleándose.
Jing Yan, sin embargo, fue enviado volando hacia atrás, golpeando duramente contra la pared y dejando una hendidura con forma humana.
—¡Qué fuerza tan aterradora! —Jing Yan también estaba conmocionado en su corazón.
Ahora poseía el Cultivo del Reino del Maestro Daoísta Pico, canalizando su Energía Primordial con todas sus fuerzas. ¿Cuán feroz era el poder de una espada?
Sin embargo, contra este títere, solo había logrado hacerlo retroceder dos pasos. Mirando los puños del títere, su espada no había dejado ninguna marca en ellos.