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Pasaron unos pocos días, y un oficial con su uniforme blanco le dio un sobre al emperador. Ese oficial solo dijo unas pocas palabras: <>. Después ese oficial se fue. El sobre contenía una hoja blanca, con una letra muy formal y elegante. Aunque había algo que destruyó la presentación y la elegancia de esa hoja: unas pequeñas gotas de sangre en la esquina inferior derecha. Tal parece que Angus no quiso cooperar y les sacaron la información a golpes.

En el papel venia escrito lo que les dijo Angus. Había muchas cosas de interés, entre ellas, decía que el “unificador” era el que planeaba todo, que el solo era su herramienta, una herramienta necesaria para realizar la voluntad del “unificador”. Angus se estaba encargando de hacer un veneno con Amanita Muscaria, ya que ese hongo puede paralizar y dejar en coma. En ese documento también venia la misma ubicación que nos había dicho con anterioridad Angus, aunque esta vez era más precisa. Angus hablo de más cosas, pero eso ya era asunto de la policía, ya que hablaba de la distribución, la comercialización, y demás cosas que tengan que ver con las drogas.

Recuerdo que ese día estaba sentado en el tejado del palacio del emperador. Estaba viendo toda la ciudad, y vi algo que me hizo levantarme de golpe. Vi a un montón de policías corriendo por un montón de lugares de Dinas Gaerog. Parecían un montón de hormigas. La gente inocente se empezó a meter a sus casas con miedo, mientras que los delincuentes estaban protegiendo su territorio. Los sonidos del metal chochando, y la de los disparos tomaron en su totalidad a Dinas Gaerog. El 60% de los delincuentes de Dinas Gaerog se fue de la ciudad, o se ocultaron, mientras que el 40% murió defendiendo sus territorios. Aunque los civiles se alejaron de la pelea, algunos murieron por una bala perdida, o porque fueron tomados como rehenes. Todos esos criminales eran hombres de Angus. La sangre mojo a Dinas Gaerog, y las lágrimas la acompañaron.

Todos los ancianos recuerdan ese día, ese día que fue llamado: la mañana sangrienta. No solo los asquerosos criminales perdieron a varios hombres. También lo sufrieron los valientes policías. Aún hoy en día me sigo preguntado: ¿enserio eso fue necesario? Ya que ¿Cuántos hijos se quedaron huérfanos?, ¿Cuántos padres y madres vieron a sus hijos o hijas irse y nunca más volver?, ¿alguien podría entender su sufrimiento?, es mas ¿a alguien le importa siquiera?

El emperador al ver la tristeza de padres e hijos hizo que construyeran un monumento en honor a todos los policías que murieron. En ese monumento no solo trabajaron los constructores, ya que toda la gente de Dinas Gaerog se juntó, y acabaron el monumento en menos de tres días. Algo realmente hermoso, fue que, durante esos tres días, no hubo violencia, ni crímenes, ni racismo, y las clases sociales desaparecieron por un tiempo. En esos días solo había apoyo y empatía, mientras que cada noche en ese mes, el pueblo de Dinas Gaerog rezaba por sus muertos y heridos. Ese gran monumento estaba hecho de mármol, y con unos detalles hermosos, era muy barroco, por decirlo de una manera. El monumento del deber, así le llamaron, y en ese monumento, siempre que muere algún policía, militar o marino, se cuelga su uniforme.

A los pocos minutos que se terminara el monumento del deber, los ciudadanos de Dinas Gaerog exigían la cabeza de Angus, pero algunos no querían que muriera rápido, no, algunos querían que Angus sufriera, y que sintiera el mismo dolor que ellos sentían. Esas exigencias llegaron al emperador, y fue cuando mando a construir una horca.

La horca se construyó rápidamente enfrente del monumento del deber, y en el mismo día en el que estaba terminada esa horca, fue la ejecución de Angus. Se llevaron a Angus a pie desde la cárcel donde estaba, hasta, su cara estaba destrozada, y apenas y podía caminar. Los ciudadanos de Dinas Gaerog le empezaron a aventar varias cosas. Desde verduras, hasta desechos (animales y humanos) se le aventaban a Angus. Había una que otra gente que se acercaba a pegarle, pero la policía lo alejaba. En ese transcurso incluso pude ver a gente murmurando que al menor descuido de los policías ellos iban a entrar, y lo iban a matar a golpes.

A medida que Angus se acercaba más a la horca, la gente se volvía más agresiva. Objetos físicos y duros empezaron a volar en dirección de Angus. La cara de Angus sangraba cada vez más, y si eso seguía así, Angus moriría en el camino, la gente quería la vida Angus ya, y eso nadie se los iba a quitar. Los empujones a la policía, y los golpes a Angus fueron más y más comunes y fuertes, así que unos cuantos oficiales dispararon al cielo, la gente se quedó callada, y se calmó. De todos los policías que escoltaban a Angus, salió el de mayor rango, con su uniforme de color negro y dorado. Era viejo, y estaba enojado, así que grito a todo pulmón:

— ¡Tranquilícense maldita sea! Yo también quiero la muerte de esa escoria, y la ansío igual que ustedes, pero no le hagan este favor, no le hagan el favor en morir en las calles, donde el siempre espero morir, no le hagan el favor de morir sin ver cada uno de sus rostros, y no le hagan el favor de morir sin ver la fuerza y voluntad de nuestro pueblo, formada y establecida por ese monumento—señalo el monumento del deber—así que déjenlo llegar, déjenlo morir, y déjenlo que se arrepienta en vano.

La gente dejo de aventar cosas, pero aun así seguían con sus gritos y maldiciones. Con la cara destruida, apenas caminando y apestando peor que las alcantarillas, siguió Angus. ¿se arrepintió de haberle hecho daño a Dinas Gaerog con su gran red? Me lo pregunte, pero no lo sé, nunca dijo nada, y no sé qué decía su cara o movimientos de manos o pies.

Angus llego con esfuerzo a la horca. Le pusieron la soga en el pescuezo, jalaron una palanca, y el cuerpo cayo. Angus intentaba respirar, y luchaba por ello. La gente lo veía con odio, pero no todos, ya que eso era mucha brutalidad, así que los que tenían hijos pequeños se los llevaron del lugar. Angus seguía luchando. La sangre salía de la boca, sus ojos se empezaron a inyectar de sangre, y después murió.

Al cuerpo sin vida de Angus le cortaron la cabeza y la pusieron en la entrada a Dinas Gaerog, clavada en un palo como advertencia de lo que les pasaría a los criminales como Angus.