Los cuadros de los antepasados de Bellator estaban colgados en las paredes. Pase con la cara descubierta por la biblioteca, mientras intentaba ocultarme de la vista de los del primer piso. Cuando sacaron a Tímár y a Bijoutier de la fiesta, entre en la primera puerta que encontré.
Esa puerta me llevo a un gran comedor, donde podía ver pinturas hermosas en las paredes, una mesa de madera negra (al igual que las sillas), con los cubiertos y platos listos. En esa mesa había una canasta con fruta abundante. Me acerqué, y vi las frutas que había. Había mucha variedad, desde manzanas, mandarinas, naranjas y demás frutas. Cuando vi que había unos cuantos kiwis, tomé dos. Empecé a pelar un kiwi, mientras que el otro lo guardé. Ponía la cascara del kiwi en una servilleta, y esa servilleta la guardaba en mi pantalón.
Escuché unos pasos rápidos, así que me escondí rápidamente debajo de la mesa. La puerta se abrió de golpe, y entro una sirvienta preocupada, mientras decía algunas cosas de manera rápida. Esa sirvienta puso unas cuantas manzanas en una pequeña canasta, tomo un cuchillo de la mesa, y se fue corriendo, dejando la puerta abierta.
Sali del lugar, y vi que la sirvienta entro a un lugar, me intente acercar, pero al minuto ella salió del lugar. Me acerque con cuidado a ese lugar. Estaba muy cerca de la puerta, cuando escuche un ruido fuerte, para que después se oyera un golpe en la puerta, mientras alguien decía una maldición. Me escondí rápido atrás de una gran planta que me tapaba completamente.
No pude ver quien salió de esa puerta, salvo por su uniforme, similar al de los guardias, y con medallas de diferentes colores destacando en su pecho. Esa persona murmuraba con rabia. No pude escuchar nada, ya que lo que murmuro fue muy bajo, y fácilmente opacado por los ruidos de la fiesta.
Esa persona se dirigió a la cocina, y rápidamente aproveche y entre a ese lugar.
Las luces estaban totalmente apagadas, así que las encendí rápidamente. Esas luces desvelaron una gran habitación, donde había varios instrumentos químicos. En una mesa había una manzana partida a la mitad, a lado de una libreta cerrada, y de un libro abierto. Me acerque, y pude observar que una mitad de la manzana tenía huesos, mientras que la otra no, y pareciese como si las hubieran quitado. Mire rápidamente las hojas de ese libro, que mostraba las semillas de varias frutas.
Creí escuchar un chirrido del piso de madera, así que rápidamente apagué las luces, y me dirigí a la ventana, saque la cabeza y mire hacia arriba. Rápidamente utilice mi ballesta, que me llevo hacia el techo. A los pocos segundos se abrió la puerta, y se escuchó que esa persona cerro la ventana, no sé si miro hacia arriba o no, ya que yo estaba bien tapado con el techo.
En ese techo había una mesa de metal, y unas sillas echas de ese mismo material. Entendía porque estaba esa mesa y sillas en ese lugar, ya que se podía ver la hermosura de Solena Voda al completo. Podía ver las casas, las calles, los barcos, y el mar. Me deje cautivar por un momento por esa hermosa vista, pero después de unos minutos abrí la puerta, y baje por las escaleras al tercer piso.
Qué bueno que hice eso, ya que en las escaleras que subían del segundo al tercer piso, había un sistema de seguridad de electricidad. Ese sistema eran dos palos de metal con pequeños picos, parecidos al de las espinas en una rosa. Esos palos están en la derecha e izquierda de la escalera. Cuando se activa la seguridad, una gran fuerza eléctrica va de espina a espina, que provoca que el que este muy cerca, termine…muerto en pocas palabras.
Había demasiadas puertas, así que empecé a abrir una por una. Eran habitaciones. Algunos tenían polvo, mientras que otras estaban bien preparadas.
Pasé por una habitación, y desde afuera pude escuchar como una mujer le cantaba a su bebé. Puse el oído en la puerta y empecé a escuchar la nana. La mujer que le estaba cantando al bebé era la nuera de Bellator, y lógicamente él bebe era el nieto de Bellator: Rómulo.
No entre a esa habitación, así que entre a otra distinta. En esa habitación me encontré a alguien en cama. A lado de su cama había una mesa, donde tenía fruta, agua, y comida. El fuego y las cobijas le calentaban, mientras que una mosquitera de un color oscuro lo cubría de los mosquitos.
No le pude ver la cara, pero el si me la veía, ya que esa figura me miraba directamente, en total silencio. me quería salir, y mientras cerraba la puerta, la voz gruesa y enferma cubierta entre sabanas y un mosquitero dijo:
— ¿Qué estás haciendo aquí?
—Discúlpeme. Creo que me perdí.
—no digas estupideces. No te entrenamos para eso, Geovanni.
Entonces fue cuando reconocí esa vieja voz.
—Discúlpame por no poderme pararme, —proseguía la voz— mi condición empeora cada día. Me puedes pasar ese licor que está en la mesa, cerca de la chimenea. —un delgado dedo señalo el lugar.
Fui por ese licor, y lo tomé, junto con un vaso que estaba alado. Abrí el mosquitero, y pude ver la cara demacrada y casi huesuda de Bellator. Estaba muy débil, y apenas podía hablar, ya que tosía casi cada rato.
—estoy seguro de que me veo muy patético, yo, el que te enseño a no ser una carga como lo soy ahora.
Bellator hizo una señal con la cabeza para que sirviera el licor en el vaso. Aun estando en esa condición, el intimidaba. En la habitación de Bellator había un cuadro donde estaba el con su uniforme rojo. Sus medallas en el pecho, y su expresión decían que era un soldado fuerte.
—ya no soy ni siquiera la sombra que era. —decía Bellator, mientras veía esa pintura—en esta condición, ¿a quién voy a proteger?, incluso una mosca me mataría.
Bellator tomo la botella, y me dijo que tomara del vaso. Bellator tomo de la botella como si aun fuera joven, mientras que yo tomaba del vaso.
Bellator me miro, y murmuro:
— ¿Qué pasa en Solena Voda? Si te enviaron a ti, es porque enserio está pasando algo grande.
Le dije que creíamos que él había traicionado al emperador, porque había pistas de que el estaba colaborando con Angus y sus planes.
Bellator tenía su cara seria en todo momento, soltó un suspiro, y tomo la bandeja de comida. Agarro el cuchillo, y se cortó la mano. La sangre caía sobre la bandeja, mientras Bellator decía con firmeza.
—juro solemnemente que yo nunca eh traicionado al emperador, ni en acción, ni en pensamiento, y que esta sangre que cae lo confirme.
Me quede callado sin hacer ni una expresión, ya que estaba confundido, si no fue Bellator, ¿Quién fue la persona que vio Arnoldo? Muchas preguntas empezaron a llegar a mi cabeza, y tal parece que Bellator lo noto, ya que murmuro:
—entonces es algo serio, tu cara lo dice. Te ayudare, no solo porque perjudica al emperador, sino porque me está metiendo en la mierda a mí.
Me acabe el vaso de licor, y Bellator me dio la botella. Deje esas cosas en el lugar donde las agarre, y entonces alguien toco la puerta. << ¿puedo pasar padre?>> decía una voz similar a la de Bellator. Bellator me hizo una señal de que saliera por la ventana, así que rápidamente salí por allí, y me pegue a la cornisa que estaba cerca de la ventana. La cornisa me cubría bien los pies, y además dirigía a otras ventanas, así que podía salir sin problemas, pero me quede a escuchar un poco.
Bellator le dijo que pasara a su hijo, y este paso. Este le reprocho porque no se había acabado la comida, a lo que Bellator dijo que ya estaba lleno, y que además no tenía las fuerzas necesarias para seguir comiendo. La joven voz di un grito al cielo, cundo vio que su padre estaba sangrando de la mano. Bellator dijo que se había cortado cuando estaba comiendo. Después de allí no supe que paso, ya que pensé que era muy innecesario, así que entre a una habitación vacía.
recuerdo que, a los pocos minutos, el hijo de Bellator bajo al segundo piso con su hijo en brazos, a su derecha estaba su esposa agarrada de su mano con una sonrisa hermosa.
—Queridos amigos—grito el hijo de Bellator con emoción y alegría— su servidor Paulo les da las gracias por poder darle un poco de su tiempo. Mi hijo Rómulo va a ser un gran soldado, conquistador y sobre todo un gran líder, como lo fue su padre y abuelo. Mi padre lamenta no haber podido estar aquí, pero en su honor vamos a celebrar. —Paulo (el hijo de Bellator) alzo su copa— disfruten de la fiesta porque esto apenas comienza.
Las luces se apagaron de pronto, y solamente las velas alumbraban el lugar. La seguridad eléctrica también se desactivo, así que empecé a bajar por las escaleras. Las velas alumbraban a Paulo, a su esposa e hijo. Paulo calmo a la gente con un chiste.
Una sirvienta bajo corriendo y se dirigió a Paulo. Esa sirvienta le dijo algo en el oído. Paulo soltó la copa, rompiéndose en el suelo de madera. Toda la gente se quedó en silencio, mientras veían la cara de asombro y tristeza de Paulo. Esa cara se volvió rápidamente en una cara llena de ira.
— ¡rápido, rápido, encuentren al que le hizo eso a mí padre!, ¡encuentren a su asesino! —exclamaba Paulo. Esas palabras estaban llenas de ira.
Los soldados de las escaleras empezaron a subir, mientras que los que estaban abajo buscaban a una persona que se viera sospechosa. En eso se encienden las luces, y una mujer grito, mientras me señalaba. Yo creía estar escondido, pero no era así.
Paulo volteo a verme, saco su arma, y me disparo, fallando en el acto. Algunos guardias empezaron a subir, mientras desenvainaban sus espadas o desenfundaban sus armas. Empecé a correr, mientras esquivaba las balas. Choque con el hombro contra una puerta, rompiéndola. Después saque mi ballesta, le dispare a la ventana más cercana, y sin nada que perder brinque con los brazos en x y rodillas alzadas, destruyendo la ventana.
Empecé a caer por el alto lugar. Afortunadamente caí en un árbol, evitando mi muerte. Bajé lo más rápido que pude del árbol, mientras mis ropas se desgarraban. Corrí lo más rápido que pude, pero me dolía todo el cuerpo. Tenía el hombro dislocado, eso lo sabía, unas cuantas costillas rotas, y pedazos de vidrio y ramas en el pie derecho, y en algunas partes de mi cuerpo.
Toda la seguridad del lugar empezó a movilizarse, desde la seguridad privada de Bellator, hasta los uniformes azules y blancos de la policía. Me hubieran encontrado y matado si no fuera porque Tímár, y Bijoutier me encontraron primero, que paso después, bueno, solo cerré los ojos, y cuando los volví a abrir estaba en el barco de Tímár, vendado de todo el cuerpo.