—Sylvia tiene razón —continuó Edward—. Mamá, incluso si no podemos encontrar a Viola de nuevo, todavía tienes a Sylvia.
Sylvia es tan filial y buena con Mary; no hay diferencia entre ella y una hija biológica.
En realidad, Mary no necesita ser tan persistente en encontrar a Viola.
¿Son tan importantes los lazos de sangre?
¡No se puede encontrar!
Al escuchar estas tres palabras, la expresión de Mary cambió repentinamente, y su corazón se llenó de emociones encontradas, haciéndole difícil respirar.
Brandon frunció ligeramente el ceño y miró a Edward:
—¡Cállate!
Luego miró a Mary y sonrió:
—Mamá, no escuches las tonterías de Bob. Mientras no nos rindamos, encontraremos a mi hermana algún día. Todavía estamos esperando que regrese para tomar un retrato familiar juntos.
Usualmente, la mención de un retrato familiar llenaba los ojos de Mary de anticipación.
Pero hoy, las palabras de Brandon no consolaron a Mary en absoluto.
Edward rápidamente se corrigió: