Antoine yacía en el suelo en un estado lamentable, pero la sonrisa en su rostro se volvía cada vez más desenfrenada. Ya no era tan apuesto y refinado como antes. En cambio, se veía muy feroz.
Joelson Edward, el orgulloso genio.
Había rechazado sus buenas intenciones muchas veces, y aún así se atrevía a tomar la iniciativa de acercarse e intentar matarlo.
¡Jajaja! No había nada más emocionante que presenciar la muerte de un super genio con sus propios ojos.
¡Ya que Joelson estaba destinado a enfrentarse a él, tenía que ser eliminado antes de que pudiera crecer!
Cliff se elevó en el aire y se situó a la misma altura que Joelson.
—Has rechazado las buenas intenciones de la Iglesia Oscura. ¡Estás destinado a pagar el precio! —dijo fríamente.
Joelson lo miró.
—Idiota —dijo con calma.
¡Whoosh!
Una ráfaga de viento pasó.
La garra del dragón rojo como el fuego atravesó el cuerpo de Cliff con un poder aterrador.