Sangre, cadáveres y el olor a carne quemada.
Detrás de él había un cielo lleno de estrellas. Había una belleza extraña y cruel en la figura de Joelson empuñando su espada.
Joelson sacó lentamente su espada del pecho del último asesino. La hoja apuntaba al suelo. La sangre goteaba por la hoja y caía al suelo.
Antoine tragó saliva con dificultad, su rostro pálido.
Joelson lo miró fríamente y se acercó.
Antoine había perdido todo su apoyo, y el miedo se apoderó de su rostro.
—¡No te acerques!
—Joelson, somos amigos, ¿no? Incluso te di un regalo. ¡¿Qué hay de las hermanas gemelas?!
—¡Joelson Edward! —gritó Antoine de repente. Su voz se volvió extremadamente lastimera debido al miedo.
—Soy el Príncipe del Imperio Alcott. Soy el hermano menor de Carlos III. Soy miembro de la familia Bauhinia.
—¡No puedes matarme!
¡Bang!
Joelson pateó a Antoine al suelo y levantó su espada larga fríamente.
Antoine estaba completamente desesperado.