Connie abrió los ojos de par en par y siguió retrocediendo, mientras Kokonoro dejó escapar un rugido bajo y se abalanzó hacia adelante.
¡Bang!
Kokonoro fue lanzado por los aires como un saco de arena.
Connie quedó instantáneamente aturdida.
Un golpe. Solo un golpe.
El Rey Dragón Negro, que estaba en la cima del nivel santo, fue enviado volando por su oponente. ¿Qué tan aterradora era esa persona en las sombras?
Connie estaba extremadamente nerviosa. Sus ojos estaban fijos en esa figura. Justo cuando estaba a punto de hacer un movimiento, de repente se congeló. Parpadeó y gritó sorprendida:
—¿Señor Joelson?
Un joven apuesto y alto salió de las sombras. Sus acciones revelaban su elegancia y gran poder.
Joelson le sonrió a Connie y caminó hacia el asiento de Connie.
En este momento, Kokonoro, quien había sido golpeado por Joelson, salió con una expresión de shock. El lugar donde había sido golpeado en el pecho todavía le dolía extremadamente.