Cuando las personas se enfrentaban a lo desconocido, sentían un miedo incomparable.
Y ahora, el enviado real había caído en este miedo sin nombre.
¿Qué... Qué era esa cosa?
El enviado real estaba extremadamente asustado. Aumentó frenéticamente la intensidad de su investigación, tratando de averiguar qué estaba causando esto.
Sin embargo, por más que el enviado real intentara investigar, no podía descubrir nada sobre ese lugar.
—¡Estás buscando la muerte! —gritó Lorenzo.
El soldado de los Guardias del Rey Inframundo, Lorenzo, levantó su espada suprema en el aire y la bajó ferozmente.
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
¡El cielo y la tierra cambiaron de color!
Todo el Inframundo estaba concentrado en este golpe de espada. Muchos miembros de la realeza estaban tan asustados que perdieron los estribos. Se sentaron en sus tronos y jadearon pesadamente. Miraban a su alrededor con miedo, ¡temerosos de que el objetivo de este golpe de espada fueran ellos!