El Reino del Alma, Un Arma Divina Inútil

Los ojos de Ol' Amos casi se salieron de sus órbitas mientras miraba la gota de sangre filtrándose de manera tan extraña en la hoja dorada. —¡Maldita sea... ¿Realmente funcionó?

En ese instante, Ol' Amos sintió como si todo su mundo se hubiera puesto de cabeza. Solo las armas divinas podían pasar por el proceso de goteo de sangre para reclamar la propiedad, ¡y aquellas que podían pasar por este mismo proceso eran sin duda armas divinas!

Pero, ¿eran las armas divinas algo tan fácil de conseguir?

«¡Pensar que yo, Amos Kroc, he recorrido el mundo sin obstáculos durante toda mi vida! Comencé desde humildes inicios, mejoré a pasos agigantados todo el camino, ¡y rompí las cadenas del Reino del Dominio Sagrado a los 58 años para convertirme en el experto máximo de mi época!»