Meng Lei El Monstruo, Aplastando Violentamente Un Martillo

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¡Crash!

Como si un meteorito se estrellara contra la Tierra, sus puños chocaron entre sí. Junto con un estruendoso boom, con ellos dos como centro, los vientos furiosos de las ondas expansivas resultantes se extendieron hacia todos los rincones del ring.

Al momento siguiente, sucedió algo que nadie jamás imaginó ni en sus sueños: Chester, que estaba en el aire, de repente gritó, y su forma salió volando hacia atrás como una bala de cañón.

Luego cayó sobre el ring, tropezando todo el camino casi hasta el borde antes de apenas lograr estabilizarse y detenerse.

Su brazo derecho estaba un poco torcido, y todo el brazo —junto con su cuerpo— temblaba ligeramente, ¡e incluso tenía una expresión de agonía en su rostro!

Por otro lado, Meng Lei permaneció donde estaba, completamente bien. No había ni rojez en su rostro, ni estaba sin aliento. Incluso sopló su puño tímidamente con una expresión tranquila y relajada, formando un marcado contraste con Chester.