Dominio de Dios, El Martillo de la Destrucción

—¿Q-qué es eso?

—Es... ¡Es enorme!

—¡Pensar que existe un árbol tan elevado y majestuoso en este mundo... ¡Qué inconcebible!

—¡Ese árbol es gigantesco! ¿Probablemente no sea un árbol ordinario?

Un árbol gigantesco que se elevaba directo hacia el cielo apareció en la enorme pantalla mágica de la Catedral del Dios Dragón.

Se erguía en el centro del continente, alzándose alto y recto hacia el cielo por encima del mar de bosques. Las montañas se reducían a meros accesorios mientras los árboles antiguos se convertían en su fondo.

Era simplemente demasiado enorme y demasiado majestuoso—uno no podía ver ni la cima ni los extremos.

En el momento en que entró en su vista, asombró a todos, desde el Emperador Federico el 32º hasta cada uno de los funcionarios civiles y militares. Todos quedaron atónitos y boquiabiertos.

Federico el 32º estaba terriblemente alarmado. —¿Por qué el equipo de vigilancia no descubrió una forma de vida así en el Continente Perdido?