(Fragmento del Libro de las Mutaciones, capítulo 12: "La arena del desierto testifica a los guerreros; el viento de la muerte silba su canción.")
El despertar de la espada
Su Xiao extendió su brazo derecho, apretando firmemente la Espada Dragón. Aunque aún no había logrado fusionar su arma con su cuerpo como una extensión orgánica, la sensación de conexión había mejorado drásticamente. Sabía que este proceso requería más que una noche de entrenamiento, pero cada paso counts.
Al pagar 1,000 monedas del ciclo por la segunda convocatoria de Geng Si Lang, el sistema mostró un mensaje inesperado:
"¡Acceso concedido como cazador elite! Elija el tiempo de suma: 3 horas."
Una sonrisa se dibujó en su rostro. Su estatus de cazador ahora tenía sus ventajas.
La enseñanza continua
Geng Si Lang apareció como antes, pero esta vez su mirada contenía un recognition implícito.
"Continuemos donde lo dejamos. Has comenzado a percibir la esencia de tu arma."
Su Xiao asintió, listo para sumergirse en el flujo de entrenamiento. Esta vez, Geng Si Lang desplegó su Gran Katana 21 Wo, su arma signature, marcando el inicio de un duelo técnico.
El chasquido metálico de las espadas resonó en el dojo, mientras Su Xiao absorbía cada movimiento como un parche de parche. Tras una hora de intercambio constante, su camisa estaba empapada en sudor, pero su mente estaba más clara que nunca.
"Descansa. Hay tres puntos críticos en tu técnica..."
Geng Si Lang comenzó a analizar sus errores con una precisión quirófica, destacando:
"El agarre debe ser ligero como el viento, no firme como una roca."
"La punta de la espada traza círculos invisibles, no rectas mortales."
"El cuerpo debe moverse como el agua, no como un bloque de hierro."
El precio de la perfección
Tras tres horas de entrenamiento intensivo, Su Xiao enfrentó su verdadera prueba:
"¡Modo de batalla real!
Consumirá 10 monedas del ciclo por minuto. ¡¿Aceptarás?!"
Sin vacilar, activó el modo. El dojo se transformó en un desierto infernal, donde cientos de andros humanoides emergían del polvo.
"¡Kakaaak!"
El primer andro se desvaneció bajo su swing, pero pronto fueron cientos. Su técnica, ahora refinada, combinaba estocadas diagonales con desplazamientos laterales ágiles. Cada golpe encontraba el punto débil, como si leyera el pensamiento metálico.
Diez minutos después, el campo quedó en silencio. Su Xiao caminó hacia el espejo roto que ahora mostraba su reflejo:
Fuerza: 14 (+2 del Collar de la Esposa Fallecida)
Agilidad: 15
Maestría en Espadas: LV.3 (14% de mejora en daño)
La elección crucial
Al regresar a su habitación privada, Su Xiao enfrentó una decisión filosófica:
Uso de la Cristal Alma (Pequeño):
1. Mejorar Maestría en Espadas a LV.4 (costo: 1,000 monedas + Cristal Alma)
2. Desbloquear nueva habilidad: "Sombra de la Muerte" (costo: 2,000 monedas)
Su Xiao contempló su Espada Dragón, cuya hoja ahora vibraba con una energía primitiva. Recordó las palabras de Geng Si Lang:
"La verdadera maestría no está en la espada, sino en el alma que la guía."
Finalmente, decidió invertir en:
"¡Mejorar Maestría en Espadas a LV.4!"
El Cristal Alma se fundió con su arma, creando un vínculo casi telepático.
Epílogo: El camino de los cien pasos
Al caer la noche, Su Xiao se tumbó en su cama de 40 monedas, contemplando el cielo estrellado del Parque del Ciclo. La Espada Dragón ahora yacía a su lado, no como una arma, sino como un compañero de viaje.
En su mente resonó una voz ancestral:
"El camino del guerrero comienza con un paso, pero se completa con cien.
¿Listo para el próximo nivel?"
Su Xiao sonrió, cerrando los ojos. La arena del desierto había enseñadole algo más importante:
"La verdadera fuerza no se mide en kills, sino en la claridad de propósito."