Capitulo: Cumplido

David salió de los vestidores con la misma tranquilidad de siempre, caminando por los pasillos llenos de estudiantes que charlaban sin parar. No les prestó atención. Su mente seguía atrapada en el combate con Aiko, en la forma en que se movía, en la manera en que lo había observado después de la pelea.

Subió las escaleras y llegó a su salón de clases. Al entrar, las conversaciones disminuyeron por un breve instante. Algunos estudiantes todavía murmuraban sobre la pelea en gimnasia. David ignoró las miradas y caminó hasta su asiento, sentándose con la misma expresión fría e inmutable de siempre.

Sacó su cuaderno y miró por la ventana. El cielo estaba gris, amenazando con llover en cualquier momento.

Unos segundos después, Aiko entró en el salón. Su expresión era relajada, pero cuando pasó junto a él, le susurró sin mirarlo:

—Buen movimiento el de hace rato. Pero no bajes la guardia, David.

Él no reaccionó de inmediato. Solo la supervisará de reojo mientras ella se sentaba en su lugar, unas filas más adelante.