CAPÍTULO 83: Figuras, Secretos y Traiciones Fraternales

David entró como un ninja zen, con el helado en la mano derecha y las papas en la izquierda, pensando que todo estaba bajo control.Pero apenas cruzó el umbral de la puerta, la realidad le metió un puñetazo directo al ego.

—¡David~! —dijo Melissa con una sonrisita traviesa— Hana nos mostró tu santuario oculto.—Sí —añadió Aiko, alzando una ceja—, tu colección secreta de figuras de anime… algunas demasiado detalladas para estar en una casa familiar.

David se quedó congelado.Literalmente.Como si el helado se hubiera derretido por fuera, pero él se hubiera congelado por dentro.

—¿Tú… tú entraste a mi habitación? —preguntó sin levantar la voz, pero con ese tono que hace temblar hasta al viento.—¡Yo no! —gritó Hana desde el sillón, con la boca llena de papas— ¡Yo solo les mostré la parte del armario secreto detrás de tus mangas!

David cerró los ojos. Inspiró. Exhaló.Se sentó en el futón con su helado. Dio una cucharada lenta.

—Traición nivel hermanita —murmuró.—¿Y esta de cabello rojo con kimono negro que brilla en la oscuridad? —preguntó Melissa mostrando una foto en su teléfono.—¿Y esta que tiene su propio pedestal giratorio y música? —sumó Aiko.

David abrió un ojo, tragó su bocado y dijo sin mirar:—Es coleccionismo, no fetiche. Y esas piezas son limitadas. Edición Japón 2013. Respeto, por favor.

Silencio.Luego carcajadas.Incluso Hana se cayó del sillón riéndose.

David suspiró.—…La próxima vez que me vayan a exponer, mínimo avísenme para usar una túnica de vergüenza.

Y con eso, se fue a dejar el helado a la cocina, su honor un poco más arrugado…pero aún intacto.

Casi.