CAPÍTULO 82: No Tengo Fetiches… ¿Verdad?

David, con el helado en una mano y la bolsa de papas crujientes en la otra, caminaba entre los árboles que se mecían suaves con el viento.El cielo tenía ese tono anaranjado que solo se ve cuando el sol ya está por guardar silencio.Y mientras pisaba las hojas secas del otoño, pensaba…

"Esperen… ¿yo no tengo fetiches… cierto?"

Frunció el ceño.No por el sol.Ni por el viento.Ni siquiera por Hana, que lo exponía como si fuera su diario personal con piernas.

Era esa duda.Pequeña.Pero como todo pensamiento que brota del caos, se clavaba en la mente como kunai afilado.

"¿Leer mangas cuenta como fetiche? No… es pasión. Es arte. Es vida. ¿O sí cuenta?"

Caminó unos pasos más, miró el helado, pensó en lo dulce que era la vida… hasta que tu hermanita te expone delante de tus dos prometidas shinobi de élite.Y volvió a reflexionar:

"¿Y si es el fetiche por la tranquilidad? ¿Por las chicas fuertes pero silenciosas? ¿Por los personajes misteriosos con pasado oscuro?"

—…No —dijo en voz baja, sacudiendo la cabeza—. No es fetiche. Es gusto refinado.

Y con esa conclusión filosófica digna de un monje budista fan del shōnen, cruzó la calle y dobló la esquina de su barrio.La casa ya estaba a la vista.

"Pero por las dudas, voy a esconder mi colección de figuras de acción que brillan en la oscuridad… por si acaso."

Y así, con la dignidad intacta (más o menos), David volvió a casa.

Lo que no sabía…era que Hana ya le había contado a las chicas sobre esas figuras también.