Capítulo 4: El chico arrogante que no puedo evitar

Joven, llega tarde resalta el profesor alzando la vista hacia él.

Ya lo sé, no encontraba el salón responde con indiferencia aquel idiota.

El chico con el que había chocado antes.

El profesor lo ve por unos segundos y alza una ceja, inspeccionándolo con la mirada.

Tome asiento y diga su nombre, apellido, edad y por qué está aquí le ordena el profesor, sentándose en la silla de su escritorio.

El chico busca con la mirada un asiento disponible y para mi desgracia, el único asiento vacío era el que estaba detrás de mí. Nuestras miradas se cruzan por una milésima de segundos, y para mi confusión, sonríe de lado al reconocerme mientras se acercaba al asiento vacío. Mientras caminaba hacia su lugar, podías oír los murmullos de las chicas que estaban mirándolo.

Hola, cariño dice en cuanto llega junto a mí, sin borrar esa tonta sonrisa. Decido ignorarlo, ya que no caeré en su tonto juego. Mi plan inicial era no volver a verlo, pero al parecer la vida tiene otros planes. Bien, pues aún puedo fingir que no existe. Solo ignóralo, Emma. No debe ser algo tan difícil. —¿No me escuchaste, bonita?  pregunta acercándose aún más a mí. A este punto, ya todos estaban empezando a prestar atención a esta pequeña interacción, incluso Sam.

Lo miro irritada, pero algo en su tono sarcástico me desconcierta. ¿Por qué me molesta tanto? Puede solo fingir que nunca nos hemos visto.

Si, te escuché. Solo que no hablo con idiotas contesto con un ligero tono burlón, mirándolo fijamente a los ojos. Casi me arrepentí de sostenerle la mirada tan de cerca. Sus ojos, los cuales no había mirado con suficiente atención la primera vez, eran...cautivantes. Con unas tonalidades casi irreales.

Chica ruda, me gusta asegura agrandando más su sonrisa, una que empezaba a resultar bastante molesta.

¿Sí? Pues a mí me gustaría que salieras de mi vista le aseguro, respondiéndole con la sonrisa más falsa que pude poner, haciéndole ver que su actitud no me intimidaba.

Todos nos miraban con algo de confusión y sorpresa por nuestra pequeña disputa, incluyendo el profesor, que parecía incluso algo entretenido. Le doy otra sonrisa, antes de volver a ignorarlo. Parecía que iba a decir algo más, pero el profesor se le adelanta.

Parece que tienen algo que decirse, pero eso será luego de mi clase. Joven, ya tomé asiento y dígame lo que le pedí le ordeno el profesor nuevamente.

Se mueve de mi lado y se sienta, arrojando su mochila en el suelo junto a él.

Me llamo Zeth Mikhail— se presenta guiñándole el ojo a algunas chicas que lo veían como si fuera de otro mundo y yo ruedo los ojos. Dios, que patético Tengo 20 años y estoy aquí por la misma razón que todos. Hacer algo con mi vida— comenta y, luego de su conmovedor discurso, el profesor continúo diciendo los otros nombres hasta que mencionó el mío.

Mi nombre es Emma Horton y tengo 19 años. Estoy aquí porque me apasiona la fotografía y todo lo referente a ella, así que... solo quiero aprender más.

Así que Emma Horton ¿Eh? — pregunta Zeth en cuanto termino, pero no le contesto. Cierro los ojos y suspiro profundamente. Solo ignóralo, Emma. Puedes hacerloNo creas que te vas a librar tan fácilmente de mí, cariño susurra muy cerca de mí, ni si quiera me había percatado cuando se había inclinado. Al diablo con ignorarlo.

Cuando me volteo para encararlo, él ya estaba hablando con las otras chicas que parecían querer abalanzarse sobre él. Lo único que alcance a escuchar eran cosas como "¿Tienes novia?", "¿Haces mucho ejercicio Zeth?", "Tienes ojos hermosos", con un tono de voz ridículo y risitas coquetas. Dios, en serio no podía creer lo que estaba presenciando.

Después de media hora, el profesor anuncio que la clase había terminado y todos salieron casi despavoridos por la puerta. Yo esperé con Sam a que el pasillo se despejara, para poder ir a buscar a Rai y sentarnos juntas. Salimos del aula y comenzamos a caminar por el pasillo principal, viendo que del otro extremo del pasillo se encontraba Rai, por lo que le hice una señal para que viniera.

¡Hola! — saluda Rai con su habitual alegría.

Hola le sonrío y señalo a Sam con mi mano Rai, ella es Samantha. Sam, ella es Rachel las dos se saludan con una sonrisa y comenzamos a hablar mientras caminábamos rumbo a la cafetería, ya que teníamos un tiempo libre antes de nuestra siguiente clase. Al parecer se cayeron muy bien.

Oye, Em ¿Qué fue todo eso entre ese chico Zeth y tú? — pregunta Sam con curiosidad.

¿Quién? — inquiere Rachel mirándome confundida.

Un chico nuevo que entro a nuestra clase y desde que llegó, comenzaron a pelearse Sam le contó a Rai. Yo seguía caminando sin decir una palabra, sintiendo sus ojos en mí, esperando por una respuesta.

¡Emma! — las dos me gritaron al unísono, haciendo que me detuviera.

¿Qué? — pregunté fingiendo demencia. Me fastidiaba simplemente pensar en él. Y saber que estaré con él al menos un semestre, solo me hacía sentir más fastidiada.

¡Cuéntanos! — exclamaron de nuevo.

Está bien, está bien suspiré mientras ellas me miraban con atención Esta mañana, le dije a Rai que iba al baño empiezo a contarles mirando a Rai y ella asiente Cuando salí, me choqué con alguien, que resulto ser nuestro compañero, y caí al suelo. Yo le dije que se fijara por dónde caminaba y puede que lo haya insultado sin querer. Honestamente, lo dije sin pensar porque estaba algo impresionada por la caída. Y él, me dijo que él no era quien caminaba sin fijarse por donde iba, llevándose todo a su paso. Una cosa llevo a la otra, nos empezamos a decir cosas, yo me enojé demasiado y me fui. Ahí fue, Rachel, cuando yo te conté del idiota con quien me había cruzado. Luego de entrar a la clase y conocerte, Sam, el idiota que entro tarde, pues resultó que era él. Cuando se acercó a mí y trato de hablar conmigo siendo coqueto y arrogante, no pude evitar molestarme otra vez. Así que comenzamos a discutir, él me dijo que le gustaban las chicas rudas y yo le dije que a mí lo que me gustaría es que se fuera de mi vista y.... me detuve tomando un poco de aire y suspiré Eso es todo.

Vaya— dijeron al unísono, luciendo desconcertadas.

¡Dejen de hablar al mismo tiempo! —.

Lo siento, solo estoy sorprendida alega Sam en su defensa y Rachel asiente.

Si, tu primer día y ya te peleas con un chico recalca Rai y yo bufo.

Ni me lo recuerdes, ya me duele la cabeza de solo pensar que lo tendré que ver todos los días en esa clase me quejo masajeándome la sien.

Y quién sabe en qué otras más me recordó Rai con un tono divertido y yo la miro un poco mal Retiro lo dicho esta mañana, esta universidad al parecer no es tan grande. O simplemente, tú no tienes mucha suerte se mofa y yo la empujo un poco en broma, haciéndola reír.

Gracias digo sarcásticamente y ella vuelve a mi lado, sin ocultar su diversión.

Al menos tienes que admitir que si es sexy menciona Sam de la nada, sonriéndome con picardía.

¡Oh! Ahora quiero verlo para ver si es cierto— se queja Rai haciendo un puchero.

Creo que exageras, Sam. No creo que sea para tanto. Ahora, démonos prisa, muero por un café— las apremio tomándolas del brazo y, a pesar de mis quejas, el tema por un rato siguió siendo Zeth.

Y tal vez mentí.

Si, admito que tal vez era demasiado atractivo.

Pero creo que el que más personas se lo digan, solo aumentaría su ego.