(Narración del Autor)
Eran casi las ocho de la noche cuando alguien llamó a la puerta de la habitación de Myra. La puerta se abrió y entró Noah vistiendo un traje completamente negro. Emanaba un aura fuerte y dominante. «Debe haber llegado recién a casa». Detrás de él, estaban presentes todos los miembros de la familia Everest, excepto una persona.